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El caso fue revelado por el oficial inspector John Pablo Giménez Robadín, quien contó al comandante de la Policía, comisario general Francisco Alvarenga, que días atrás lideró un grupo de agentes de Investigaciones de Alto Paraná que capturó a cuatro efectivos del puesto policial N° 2 del Cruce Itakyry, cuando estos negociaban la venta de 22 kilos de cocaína y tres fusiles.
La droga y las armas presuntamente fueron decomisadas semanas atrás por los mismos agentes de Itakyry del poder de dos brasileños que, posteriormente, fueron hallados ejecutados en una laguna de la mencionada ciudad.
Siempre según los datos aportados por el oficial Giménez Robadín, quien hoy tiene que ratificarse en su versión ante Justicia Policial y Asuntos Internos, los comisarios Martínez, Rojas y Jorgge ordenaron la liberación de los cuatro efectivos de Itakyry y el desmantelamiento de dicha unidad, aunque después se repartieron el dinero obtenido con la venta de las drogas y las armas.
El director general de Orden y Seguridad, comisario general Arístides Villalba, indicó anoche que no encubrirá a los uniformados involucrados, ni siquiera a sus camaradas Simeón Martínez y Marildo Rojas. Anunció que un equipo especial de investigación fue enviado al Este del país para determinar qué fue lo que ocurrió.
En caso de confirmarse la versión del oficial inspector, los tres comisarios y todo el plantel que prestaba servicios en el puesto policial de Itakyry podrían ser procesados también en la justicia ordinaria y enviados a la cárcel, adelantaron.
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, supuestamente dio instrucciones de llegar a un esclarecimiento total del caso, “caiga quien caiga”, de acuerdo con lo indicado.