El detenido fue identificado como Diego Ramón López Báez (38), quien actuaba como chofer de una gavilla que perpetró varios golpes a locales comerciales de la zona de Itauguá, confirmaron fuentes de la sección Crimen Organizado de Investigación de Delitos.
El último golpe asestado por la banda fue en la noche del 8 de junio pasado en la localidad de Itauguá Guazú. Allí, cuatro maleantes que se movilizaron a bordo de una furgoneta blanca tomaron por asalto las oficinas administrativas del motel “Acuarius III”. Los delincuentes redujeron y desarmaron a un guardia de seguridad y luego obligaron a la cajera a entregar todo el dinero que tenía en la caja, unos G. 3.000.000, con los que escaparon del sitio.
Los asaltantes escaparon del hospedaje sin percatarse de que fueron filmados por las cámaras del circuito cerrado. Gracias a las imágenes, los agentes pudieron identificar a López Báez, quien fue capturado ayer de mañana tras el allanamiento de su casa.
Vínculos con el narcotráfico
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Para sorpresa de los intervinientes, en una de las habitaciones de la casa allanada fueron halladas varias bolsas que contenían “panes” de marihuana prensada, que totalizaron 220 kilos.
El maleante confesó que utilizaron el dinero obtenido en el último golpe para comprar el cargamento de “macoña”, de un proveedor en el departamento de San Pedro.
López Báez aseguró que pagaron G. 50.000 por cada kilo de droga y que consiguieron un contacto que los habría ayudado a vender la “mercancía” en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde los traficantes pagan US$ 300 por cada kilo de la marihuana paraguaya.
Los investigadores señalaron que la droga iba a ser trasladada al Río de la Plata en compartimentos secretos de camiones de gran porte. Por ello sospechan que hay una verdadera estructura organizada detrás de estos maleantes, indicaron.
Se pasaron a narcos
Debido al amplio margen de ganancias que genera el narcotráfico, muchas de las bandas de asaltantes se cambiaron a este “rubro”. O como en este caso, invierten el dinero obtenido en los golpes para la adquisición de la “mercancía”, confirmaron investigadores de la Policía.
