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En la causa, según el abogado, se cometieron aberraciones jurídicas gracias a las cuales se busca la condena de su defendido. “Existen elementos probatorios que de manera contundente demuestran la inocencia de mi defendido. Sin embargo, se armó un circo en torno a la causa. Por ejemplo, en el auto de apertura a juicio oral el juez hace mención a los principios de amplitud y libertad probatoria de la defensa, pero rechaza de manera totalmente absurda una prueba sumamente relevante, como es la constitución del tribunal para que observe in situ la avioneta que fue incautada, para así poder comparar con los demás elementos probatorios ofrecidos por la Fiscalía y las Defensas. El juez, por otro lado, alegó que la diligencia “es superflua y conducente para la demostración de los hechos” (sic), afirmó el letrado.
Dijo que no es posible entender lo señalado por Riquelme, “puesto que si la diligencia es superflua cómo puede ser al mismo tiempo conducente”.
Resaltó que, además, el magistrado realizó una valoración del elemento probatorio ofrecido por la defensa, lo cual se encuentra vedado a los jueces penales de garantía.
“Como corolario y a petición de la Fiscalía, se exigió a la defensa que argumente cuál sería la pertinencia de las pruebas ofrecidas y que exprese su estrategia”, manifestó el defensor, que insistió en sus críticas tanto al juez como a la fiscala.