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El laboratorio clandestino, ubicado en la localidad chaqueña de Toro Pochy, estaba equipado con un generador eléctrico, tres hornos microondas y 50 moldes para procesamiento de cocaína.
También contaba con numerosos productos químicos precursores de la droga, como 500 kilos de fenacetina, 9 kilos de supuesta pasta base, mil litros de acetona, 240 litros de éter y 60 litros de ácido clorhídrico.
Los agentes de la Senad detectaron además otros implementos como guantes de látex, una máquina selladora, recipientes tipo cacerolas para mezcla, cintas de embalaje, papel film y globos tipo piñatas, usados para aislar la humedad.
El hallazgo del laboratorio es producto de un trabajo de investigación efectuado durante los dos últimos años por los agentes especiales de la Senad, y tras reunir los elementos necesarios se constituyeron en el lugar, acompañados del fiscal Fernando Ariel González, que se trasladó vía terrestre hasta Toro Pochy, cerca del hito fronterizo de Palmar de las Islas.
Cuando llegaron al lugar y tras realizar intensos patrullajes, detectaron una pista clandestina de mil metros de largo, en cuya cabecera, a unos 60 metros, estaba el campamento que operaba como laboratorio de procesamiento de cocaína.
Detenidos
Los intervinientes detuvieron en el lugar a dos supuestos encargados de cuidar el laboratorio, identificados como Herminio Hugo Pereira Amarilla (34) y Carmelo Aníbal Rojas Galeano (33).
Seguidamente, a unos cien metros del laboratorio encontraron numerosos tambores y cajas que contenían productos precursores de la cocaína y a unos dos kilómetros detectaron la existencia de un sistema de depósito y acopio de sustancias químicas, entre otros implementos ocultos bajo tierra.