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Según los datos obtenidos, el frustrado operativo comenzó a planificarse días atrás, cuando agentes de Antisecuestro de la Policía Nacional localizaron el campamento de lo que sería el “Segundo Cuerpo” del Ejército del Pueblo Paraguayo, según los apuntes encontrados ayer en el asentamiento Núcleo 5 de Arroyito.
El informe de inteligencia daba cuenta de la presencia en el sitio de al menos cinco miembros del EPP, que habrían sido los hermanos Alfredo Jara Larrea (23) y Albino Jara Larrea (21), así como Luciano Argüello (21) y Rudy Ruiz Sosa (30). El último sería Rubén Darío López Fernández (31), alias “Loro”, quien supuestamente se integró al campamento inmediatamente después de que se fugara de la cárcel de Concepción, el 3 de noviembre pasado.
Ayer también trascendió que por lo menos uno de los jefes del primer anillo del EPP pudo haber estado en el sitio.
La información altamente confidencial fue compartida con el fiscal antisecuestro Federico Delfino, quien acompañó la operación, y con el comando de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), integrada por policías y militares y que encabeza el general Mario Restituto González Benítez.
Fue así que ayer de madrugada, un comando mixto pero encabezado por los militares rodeó la guarida, para sorprender en sueños a los terroristas. Sin embargo, un perro que estaba en el sitio supuestamente delató a los uniformados y alertó a los maleantes, quienes reaccionaron con ráfagas de disparos con fusiles FAL, M-16, escopetas y revólveres, de acuerdo con las vainillas encontradas.
Ocho disparos
El primero en caer abatido fue el sargento 1º Técnico César Antonio Fernández Carballo (29), personal de la Fuerza Aérea al servicio del Batallón Conjunto de las Fuerzas Especiales, dependiente del comando de las Fuerzas Militares, con asiento en el predio del Comando de Ejército, en Campo Grande. El efectivo fue acribillado desde menos de dos metros, ya que era el puntero del grupo. Acusó al menos ocho tiros de fusil calibre 5.56 y pistola calibre 22. Su cuerpo ya fue entregado ayer de tarde a sus familiares en la ciudad de Villarrica, departamento del Guairá.
El otro caído, aunque de un tiro de fusil FAL calibre 7.62 que le atravesó el abdomen, fue el teniente 1° de Ingeniería Mario Francisco Ávalos Cañete (34), integrante de las Tropas Especiales del Ejército, con base en Cerrito, Chaco.
Este último era el oficial a cargo del grupo que irrumpió en el refugio de los terroristas y también estaba en la primera fila.
El teniente Ávalos ingresó a terapia intensiva y aunque está grave, de momento pudieron estabilizarlo.
Los otros efectivos militares, más los policías que cubrían el segundo anillo, se replegaron tras el inicio del tiroteo, lo que dio tiempo a los captores de perderse en el monte.
Evidencias
Luego de la mortal balacera y de la evacuación de las víctimas, las fuerzas especiales finalmente desmantelaron el campamento, donde hallaron una escopeta recortada calibre 16, uniformes camuflados, celulares, pendrives y cuadernos con apuntes sobre la organización interna de la banda, entre otras cosas. Asimismo, había una gran cantidad de elementos para fabricar bombas.
El 24 de setiembre de 2010, también por un error táctico, la Policía había dejado escapar al primer anillo del EPP en Hugua Ñandu. Hace una semana, este mismo grupo del EPP intentó atacar la comisaría 13ª de Arroyito, pero fueron repelidos.
La guarida, en Núcleo 5
- El campamento del EPP localizado ayer estaba montado a 225 metros del camino interno que conecta las estancias “Santa Adelia”, “Ypotí” y “Santana”, en el asentamiento Núcleo 5 de la localidad de Arroyito, distrito de Horqueta, departamento de Concepción.
La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) llegó al lugar luego de transitar 16 kilómetros desde el cruce Calle 18, a la altura del kilómetro 78 de la Ruta V “Gral. Bernardino Caballero”.
-El sitio exacto es a solo 1.990 metros de donde policías de la FOPE se habían enfrentado con la misma facción de la banda, el 5 de diciembre de 2012, cerca de la propiedad del prófugo Lucio Silva.
- Los delincuentes estaban refugiados en un sector no tan boscoso, a solo 10 kilómetros del retiro “Tacumbú” de la estancia “Santana”, que había sido atacado el 28 de octubre pasado, y a 26 kilómetros del lugar donde fue asesinado el comisario principal Manuel Escurra, en el área conocida como Calle 5.