Fiscala acusa a nueve torturadores del régimen stronista y pide juicio

La fiscala Liliana Zayas acusó ayer a nueve expolicías por torturas cometidas durante la dictadura stronista y pidió juicio oral y público. La víctima fue Domingo Guzmán Rolón, quien sufrió apremios físicos durante un año en el Departamento de Investigaciones de la Policía.

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Los acusados son los entonces efectivos policiales Nicolás Lucilo Benítez Santacruz, alias Kururu Pire; Camilo Almada Morel, alias Sapriza; Juan Aniceto Martínez Amarilla, Eusebio Torres Romero, Agustín Belotto Vouga, Manuel Crescencio Alcaraz, Obdulio Argüello Brítez, Felipe Nery Saldívar y Fortunato Lorenzo Laspina.

La agente fiscal Liliana Zayas, de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra los Derechos Humanos, indica en su acusación penal que la víctima fue sometida a todo tipo de dolores, sufrimientos físicos y psicológicos, además de tratos crueles y degradantes.

De acuerdo a la acusación, Domingo Guzmán Rolón fue capturado en fecha 2 de diciembre de 1976 y estuvo recluido un año de forma ilegal en el temido Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional.

Los torturadores mantuvieron a Rolón en ese lugar hasta el 2 de diciembre de 1977, ya que posteriormente fue trasladado al departamento de Judiciales y finalmente al penal de Emboscada. La víctima fue sindicada, al igual que otros miembros de su familia, de pertenecer a un movimiento social, motivo por el cual fue perseguido en aquel entonces y sometido a las torturas.

En la acusación se indica que por ejemplo Nicolás Lucilo Benítez propinó a Rolón golpes en distintas partes del cuerpo y para ello utilizó el llamado “tejuruguái” (látigo ancho y con púas).

También realizaba otras prácticas inhumanas hasta que el mismo perdía el conocimiento.

Camilo Almada Morel empleaba prácticas similares a las de Benítez, pero utilizaba también la máquina de magneto eléctrico.

En cuanto al actuar de Juan Aniceto Martínez, la fiscala dijo que utilizaba generalmente la cachiporra. Eusebio Torres, por su parte, utilizaba el látigo conocido como “tiralengua” y hacía torturas psicológicas de amenazas de muerte, entre otras prácticas de torturas.

Tratos crueles e inhumanos

La fiscala Liliana Zayas indica en su acusación por torturas contra nueve expolicías del régimen stronista que, además de la violencia física que sufría la víctima Domingo Guzmán Rolón, el mismo era objeto de tratos crueles, inhumanos y degradantes. La agente del Ministerio Público pidió al juez Paublino Escobar que señale fecha para la audiencia preliminar donde debe resolver la elevación a juicio.

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