Hogares de Asunción y Central, saturados

La dificultad de encontrar un abrigo para cinco niños desamparados tras la detención de la madre en Itauguá dejó al descubierto el drama diario de los operadores de justicia de la niñez y adolescencia. Actualmente, hay 1.323 niños internados en hogares, residencias y en acogimiento familiar, con el agravante de que dicha situación provisoria, en vez de ser breve, se extiende por años. El promedio de internación es de 4 años y 4 meses.

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En declaraciones a radio ABC Cardinal, la defensora de la Niñez Mirna Centeno relató las vicisitudes que afrontan a menudo para ubicar a chicos rescatados, como dejarlos en la comisaría o llevarlos a sus casas, por la falta de hogares transitorios.

En realidad, hogares hay y muchos. Son cincuenta en todo el país. Pero por mala aplicación de la medida cautelar, dejaron de ser transitorios pues, en vez de que los chicos estén dos o tres meses mientras se defina su situación, permanecen años en ellos. El promedio de internación en un hogar es de 4 años y 4 meses.

Cabe resaltar que pese a ser un mal necesario en un primer momento, la institucionalización no debe ser prolongada por los daños que causa al desarrollo del niño. Precisamente por ello, se opta por alternativas como el acogimiento familiar, cuyo promedio es de 1 año y 3 meses.

La comerciante María Liz Vázquez, madre de 3 hijos, es la cabeza visible de una de las 49 familias acogedoras que hay en nuestro país. Actualmente tiene a dos hermanitos a su cargo, uno de casi dos años y el menor, de poco más de 1 mes.

Los aceptó luego de 1 año de haber entregado una niña, que cuidó durante dos años. Anteriormente tuvo otras dos niñas, una durante 1 año y otra, por tres meses.

“La única condición que ponemos es que no se rompa el vínculo, porque cuesta mucho asimilar después que se van los chicos. Cuando se fue la última nena que tuvimos dije: “nunca más”, porque nos partió el corazón. Es un acto de amor demasiado grande, me dijeron que soy loca, masoquista. Pero si te ponés a pensar, ¿qué va a ser de este niño? El saber que este niño va a tener un futuro mejor, compensa todo el sacrificio que nosotros hacemos”, afirmó María Liz.

DAÑO GRAVE Y PERMANENTE

“Por cada tres meses que un niño de corta edad reside en una institución, pierde un mes de desarrollo” destaca Unicef, en un informe sobre la situación de niños en instituciones de América Latina y el Caribe.

El informe destaca que estudios demostraron que las largas etapas de institucionalización, especialmente durante los primeros años de vida, producen daños permanentes, y que los niños adoptados o en familias acogedoras tienen mejor desempeño físico y cognitivo y en logros académicos e integración social, que aquellos que crecieron en instituciones.

rferre@abc.com.py

abernal@abc.com.py Fotos: Arcenio Acuña y Celso Ríos

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