Matan a un funcionario municipal de Atyrá en la playa de San Bernardino

Un funcionario de la Municipalidad de Atyrá y dirigente colorado de la zona fue encontrado muerto ayer de mañana en la playa pública de la ciudad de San Bernardino. El cuerpo presentaba rastros de golpes y una herida en el cuello. Un joven allegado fue detenido como sospechoso del alevoso crimen.

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SAN BERNARDINO, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La víctima fue identificada como Antonio Martínez Peña (57), quien era un funcionario de alto rango de la Municipalidad de Atyrá y operador político colorado de la zona.

Surge como principal sospechoso del crimen Jesús Francisco Benítez Pérez (18), quien fue detenido en horas de la tarde en un allanamiento a su casa de Atyrá.

El padre de este, Arcadio Benítez (57), también fue arrestado en calidad de cómplice o encubridor, por orden del fiscal Gustavo Sosa. Al parecer, el joven llamó a la víctima por última vez desde el celular de su padre.

El principal sospechoso habría escapado de la escena a bordo de la motocicleta que Martínez compró recientemente, según informaron fuentes de la Dirección de Policía de Cordillera.

De acuerdo con los investigadores, el funcionario municipal y Benítez eran amigos muy cercanos y recientemente protagonizaron una airada discusión en público debido a que Martínez no le prestó al joven la motocicleta que había adquirido hacía poco tiempo.

Tras varios días de alejamiento, en la noche del martes ambos se volvieron a encontrar y tras zanjar las diferencias decidieron dar un paseo a bordo de la moto, que era conducida por el joven Benítez.

Ya en horas de la madrugada, ambos amigos llegaron hasta la playa pública de San Bernardino, donde aparentemente volvieron a protagonizar una discusión que luego pasó a los golpes.

Aparentemente, el joven, descontrolado y tras reducir a golpes a su amigo, tomó un cuchillo de mesa con el cual le aplicó una profunda herida a Martínez, quien falleció en cuestión de segundos.

El sospechoso habría intentado arrojar el cuerpo al lago Ypacaraí, pero no tuvo el suficiente coraje para arrastrarlo y finalmente terminó arrojando el arma homicida y una copia de la llave de la moto al agua.

Tras el crimen, el supuesto asesino escapó del lugar en el biciclo de la víctima.

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