La presentación realizada por el doctor Florentín López Cáceres explica que el matrimonio acompañó la candidatura de Jorge Tadeo Giménez para decano de la facultad.
Si bien en ese momento tenían mayoría, a la hora de la votación los tres consejeros estudiantiles se dieron vuelta a favor de Peris.
“Desde ese momento el nuevo decano y su equipo comenzaron a perseguir a los profesores que según él estaba en su contra, buscando por todos los medios posibles amedrentarnos privilegiando a sus amigos y descalificando abiertamente a los que participamos en la otra lista. Lo mismo ocurrió en octubre de 2013 cuando se eligieron los nuevos miembros del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas; y así quienes no lo acompañamos pensando diferente de quienes ‘dirigen’ nuestra casa de estudio, somos los profesores de ‘segunda clase’, creándose así un trato totalmente desigual y discriminatorio con nosotros y nuestros servicios”, señala el escrito Como parte de la persecución se ordenó un sumario a ambos que concluyó en que los médicos conformaban la mesa de evaluación y del examen participaba la doctora Silvia Abente, hija de Cabrera.
La doctora Cabrera explicó que cuando su hija tomó el examen, ella se retiró de la mesa, hecho ratificado en notas dirigidas al decano por los otros cinco médicos que conformaban la mesa.
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Mientras que Arbo explico que no podía dejar el examen porque es el único especialista en la materia y si lo hacía, se desintegraba la mesa.
La demanda refiere que el sumario fue llevado adelante por el abogado Matías Fernández, quien ocupa un cargo de confianza dependiente del decanato.
El sumario se extendió por 80 días, el doble de lo que el reglamento universitario establece, puntualiza el escrito.
“El Consejo Directivo de la facultad, en virtud del reglamento que aplicó, no tiene facultades para dictar la resolución por la cual fuimos destituidos, solamente las tiene el Consejo Superior Universitario”, refiere la presentación.
“No existen los presupuestos que se nos atribuyen de existir. No son faltas que puedan ‘justificar’ nuestra destitución como profesores de gran trayectoria en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA”, enfatiza.
