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El fallo unánime de los jueces Letizia de Gásperi, Liza Battilana y Óscar Rodríguez Masi sentencia a Aristides Vera Silguero, Basiliano Cardozo Giménez, Simeón Bordón Salinas, Gustavo Lezcano Espínola, Agustín Acosta González, Carlos Espínola y Roque Rodríguez Torales a 25 años de prisión y 10 años de medidas de seguridad.
Para la imposición de la pena máxima, el colegiado consideró una serie de elementos como el móvil (lucro económico para mantener la lucha armada), la intensidad de la energía criminal utilizada, la actitud frente al derecho (nulo respeto a los derechos de la víctima) y la conducta posterior, específicamente la falta de predisposición de reparar el daño y conciliarse con la representante de la víctima.
El tribunal concluyó que las particularidades del caso obligan a aplicar la medida de seguridad, en aras de brindar protección a la sociedad en atención a la peligrosidad de los acusados.
“La peligrosidad a la cual estoy aludiendo se basa en la posibilidad en grado de probabilidad de que los condenados cometan hechos similares en el futuro por los cuales fueron declarados reprochables en este juicio”, explicó Rodríguez Masi.
Amenaza
La jornada se desarrolló tensa, a raíz de una amenaza proferida por el acusado Roque Rodríguez en ocasión de realizar sus últimas declaraciones ante el tribunal.
“Pe pensa porãke pefirma mboyve la sentencia porque kóa ndopytareimo’ãi. Che ajerurese ndéve señora presidenta y a los miembros del tribunal, pepensa haguã dos veces che sentencia haguã, porque che familia, en nombre de mi familia, che compañero, che organización ndatuichái, pero oreko resistencia ha 25 años de lucha ha ko’ãga aime hína ante el tribunal ajejuzga peteî hecho ndakometéi vaekuére. Aikuaa porã la che compañero kuéra ndopytamo’ãiha, ha péante amoî pendeconsideraciónpe. Ko’êro ára ha’ekuéra, aikuaa porã outaha Paraguaýpe. Ndopytamo’ãi hógape hikuái. Entonces péante amoise pendeconocimiéntope pepensa haguã dos veces pefirmátavove pe che sentencia” , dijo Rodríguez.
En las afueras de la sala, sus hijas Marcela y Silvana “encararon” al abogado de la madre de Cecilia, Enrique Bacchetta, y a la fiscala Sandra Quiñónez, por la condena.