Policía queda nuevamente a ciegas tras expulsar del país a jefa del PCC

La Policía y la Fiscalía quedaron nuevamente a ciegas desde ayer en la investigación del megaasalto a Prosegur, luego de entregar al Brasil a la jefa administrativa del PCC, quien fue detenida en un céntrico edificio de Ciudad del Este y, según se pensó, podría estar vinculada al robo del siglo.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/FNTO23M5KNCO3ERN3FIKUDCVWQ.jpg

Cargando...

CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). Por falta de indicios que la vinculen con el robo de los 11.720.255 dólares, la Policía Nacional y el Ministerio Público expulsaron ayer del país, a través del Puente de la Amistad, a la brasileña Marcela Antunes Fortuna (35), así como a su novio, Fernando Alves de Oliveira (36), arrestados el martes de mañana por agentes de Investigación de Delitos de Alto Paraná en el céntrico edificio Panorama II de esta capital departamental.

La mujer es, supuestamente, la tercera al mando en la temida organización criminal Primer Comando da Capital (PCC), cuyos elementos ejecutaron en la madrugada del lunes 24 de abril el robo más grande en la historia del país.

De este modo, los investigadores quedaron nuevamente a ciegas, ya que el fiscal Marcelo Saldívar confirmó que no hay ningún imputado en el expediente. La diligencia fue acompañada también por la otra fiscala de la causa Prosegur, Denise Duarte.

 En Brasil, Antunes tiene una condena pendiente de 12 años de cárcel, además de 41 órdenes de captura.

Supuestamente, la abogada Marcela Antunes Fortuna, también conocida como “R1”, tenía a su cargo administrar las finanzas de la organización, además de liderar un bufete de 40 abogados que se dedicaban a la defensa de los presos del PCC y a la custodia de sus bienes.

En la cúpula del PCC figura solo por detrás del Valdecir Francisco Costa, alias “CI”, y del propio Marcos Willians Herbas, alias Marcola, el líder máximo de la banda, ambos presos en cárceles de San Paulo.

Antes de ser entregada a la Policía Federal, Marcela negó llorando las acusaciones y dijo que solo cumplía su rol como abogada.

Según los investigadores, en noviembre del año pasado había escapado de São Paulo, su ciudad natal, y al menos desde hacía cuatro meses vivía en Ciudad del Este, con su pareja y un hijo.

Por otro lado, la Policía Federal peritó ayer nuevamente los vehículos brasileños abandonados por la gavilla que asaltó Prosegur.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...