Agregó que las nuevas unidades están en excelentes condiciones, pero tras la recepción de los rodados no se informó sobre cómo se hará cuando se llegue al kilometraje de servicio. “Son camionetas de la marca Toyota y nosotros sabemos que generalmente tenemos que ingeniarnos para hacerle el mantenimiento, pues desde la administración de los hospitales y centros de salud no destina recursos para que el vehículo siga en óptimas condiciones”, señaló el funcionario. Agregó que a veces las ambulancias quedan incluso sin combustible, por lo que los pacientes son obligados a aportar por el servicio de traslado. “Algunos compañeros ya se sobrepasan y cobran hasta G. 300.000 por cada viaje, es decir, por llevar o traer un paciente piden esa suma. Nadie quiere hablar de eso, pero es cierto. Cuando no hay combustible y los ciudadanos deben sacar de su bolsillo”, dijo nuestra fuente, que presta servicio en un nosocomio de Central.