Destacó además que en diciembre y enero, pese a las altas temperaturas, se vieron en consultorio pacientes con delicados cuadros respiratorios. “Estamos advirtiendo que el uso incorrecto de los acondicionadores de aire tienen consecuencia en la salud, sobre todo de los niños. Lo recomendado es que la temperatura en los aires se mantenga entre 22 a 23 grados y no en 16, como la mayoría hace. El golpe de calor que reciben las personas al salir de la casa es muy nocivo. Los filtros de los aparatos también se deben limpiar cada semana si hay una persona enferma en la casa”, explicó.
10 de febrero de 2017 - 22:02
Aumentan consultas por cuadros gripales
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