El enviado papal instó a la Iglesia a luchar contra la miseria que oprime

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En la misa que ofició ayer en Caacupé, el cardenal Claudio Hummes llamó a la Iglesia a luchar contra la miseria, el hambre y la inseguridad que afligen a los pobres, porque la sociedad vive una cultura egoísta e indiferente que excluye y descarta. Valoró la misión de San Roque González de Santa Cruz, quien defendió a los indígenas.

CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). En la celebración litúrgica realizada ante una multitudinaria presencia de fieles, el obispo diocesano Mons. Claudio Giménez pidió al cardenal Hummes que reitere al papa Francisco que el Paraguay le espera.

Seguidamente, el enviado del Papa inició su homilía diciendo algunas frases en guaraní: “Aju penerendápe papa Francisco rérape, Karai Papa pende rovasa (vengo junto a ustedes en nombre del papa Francisco, él les bendice), esto hizo que los presentes respondieran con un cerrado aplauso.

Durante la homilía, el cardenal señaló que el papa Francisco repite siempre que todos debemos ir hacia los pobres y excluidos de la sociedad y mostrarles un sentimiento de solidaridad, luchar a su lado para vencer la miseria, el hambre y la inseguridad y todos los males que les afligen. Agregó que “debemos irnos hacia las periferias y no ayudar solo a los que acuden a nosotros”.

Expresó que la sociedad vive en una cultura egoísta e indiferente que se olvida de los más pobres, que los excluye y los descarta, indiferente ante los sufrimientos del pueblo. Pero eso debe cambiar, se debe construir una nueva cultura de acercamiento, solidaridad de encuentro e inclusión hacia los desposeídos.

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Subrayó que el mismo papa Francisco hace eso, yendo hacia los más pobres, para alentarlos a no entregarse a la desesperación y la violencia. “Él clama en favor de los niños indefensos, de los ancianos abandonados y de los inmigrantes desplazados”. Alentó a los presentes a seguir orando en estos tiempos difíciles y confusos para tener la fortaleza necesaria para afrontar las dificultades.

Sostuvo que este Papa es una gran luz para el mundo de hoy, una bella sorpresa que Dios ha concedido a su Iglesia que ha demostrado su amor por los necesitados.

Hummes expresó que la Iglesia Católica estuvo siempre en la historia del Paraguay, desde su comienzo hasta hoy. Al respecto, dijo que los misioneros establecieron la fe católica en esta nación y defendieron a los indígenas de la violencia y codicia de los colonizadores, recordando a los santos paraguayos mártires. Acotó que hoy la Iglesia se inspira de nuevo en estos mártires que dieron su vida por la fe.

Exhortó a que cada uno debe mantenerse firme, alimentar su fe y no dejarla morir, mencionando la gran preocupación del Papa por la gran cantidad de católicos que han abandonado la Iglesia en busca de otras creencias, sobre todo aquí en América Latina.

El prelado resaltó la fe mariana del paraguayo que cada año peregrina en forma multitudinaria junto a la Virgen de Caacupé, renovando su fe y fortaleza espiritual para hacer frente a los sufrimientos diarios. “Acá se renueva la fe y el compromiso en Cristo. Ella nos interpela y convoca a que renovemos nuestro empeño en la construcción de su reino”, concluyó.