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El templo estuvo de fiesta, la feligresía católica honró con mucha alegría a Jesús Misericordioso. Cientos de fieles, de todas las edades, acudieron a misa.
Durante la homilía de la primera Eucaristía de las cinco que se realizaron, las palabras del conocido sacerdote Ángel Arévalos retumbaron cuando pidió a los ciudadanos que acudan masivamente a las urnas a ejercer su voto el próximo 22 de abril.
Comentó a los creyentes acerca de la carta de los obispos sobre las elecciones. En ese sentido, dijo que nuestro país es rico, pese a sus problemas y desgobiernos.
“Hubiéramos sido la Suiza, porque tenemos mucha riquezas”, expresó. Invitó a los candidatos a pedir la fuerza para gobernar.
Luego enfatizó: “todos debemos votar, para luego controlar a las autoridades”. Pidió elegir a los defensores de las familias. “Tenemos familias y queremos su unidad, porque hay corrientes que quieren destruirla, y dentro de la familia hay que defender la vida”.
“Marito o Efraín; Efraín o Marito están llamados a gobernar bien y deben encomendarse a Dios para ser honestos en la función pública, para que luego puedan salir a caminar por las calles con la conciencia tranquila y no vivan en un búnker, aislados y repudiados”, manifestó.
El padre Arévalos, debido a un fuerte cuadro gripal y dolor de garganta, tuvo dificultad para proseguir con la homilía y entonces recibió el apoyo del diácono Elvio Casco, quien se encargó de la otra parte del discurso. En su alocución resaltó la devoción e invitó a los fieles a vivir la resurrección de Jesús y a saber perdonar.
Agregó que los rayos del misericordioso deben llevar a estar cerca del hermano.
La Divina Misericordia
Esta celebración se recuerda cada segundo domingo de Pascua. La devoción comenzó a difundirse por el mundo a partir del diario de la joven monja polaca María Faustina Kowalska, en 1930. Su mensaje recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición: que Dios es misericordioso y perdona, y que sus seguidores también deben ser misericordiosos y perdonar.
Los cientos de fieles que participaron de las distintas misas que se realizaron en la víspera aprovecharon la ocasión para bendecir imágenes, rosarios, agua en botellas y llaves de vehículos.