“Solo la Galería Bonanza paga 100 millones de guaraníes por año en concepto de impuesto inmobiliario”, señaló uno de los miembros de la asociación, para destacar la condición legal de todos los socios. La denuncia la realizaron Derlis Olmedo, Óscar Cabral, Eduardo y Carlos Melgarejo, Demecio Ledesma y Bernardo Mendoza, miembros de la Asociación de Galerías y Comercios.
Olmedo mencionó la existencia de precarios medidores de madera, desde los cuales se distribuye la energía. “Ahora podemos ver cómo vendedores informales cuentan hasta con acondicionadores de aire funcionando en plena vereda”, dijo. “El dueño del terreno es la Municipalidad de Asunción, que es la que debe poner orden y solicitar la energía. Sin embargo, la Ande permite la conexión a cualquier vendedor informal. Entonces, ¿quién va a ser responsable cuando ocurra un siniestro?”, se preguntó.
Eduardo Melgarejo señaló que no hay control ni verificación de parte de ninguna de las instituciones involucradas. “Un limitador de carga es lo que se acostumbra instalar, para que cuando se produzca una sobrecarga, la llave principal baje automáticamente”, explicó. “En las condiciones actuales, se producen sobrecargas eléctricas muy peligrosas. Esto es una bomba de tiempo”, insistió Carlos.
Sobre la ocupación de las veredas y la propia avenida, Ledesma aseguró que los frentistas demandarán a la Comuna, exigiendo un resarcimiento, por los daños que provocan los informales en sus veredas y por las que reciben notificaciones para mandarlas reparar.
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Intentamos hablar con Máximo Ozuna, director del Mercado Municipal N° 4 y de Venta en la Vía Pública, pero no respondió a nuestra llamada. El buzón de voz no permitía dejar mensaje.