Sacrificada burrerita cumple años en la fecha

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Dominga León viuda de Mendieta, una de las últimas burreritas de Lambaré, cumple hoy 85 años de edad. Nos cuenta su historia llena de sacrificios y vicisitudes para criar a sus nueve hijos de quienes afirma que no pudieron estudiar la secundaria por ser muy pobre, pero se siente orgullosa de ellos, porque son personas honradas y muy responsables.

Doña Dominga ya camina poco. Se traslada lentamente en su amplio patio de su humilde residencia ubicada en la Villa Cerro Corá de Lambaré donde vive con su hijo mayor que es plomero de profesión. Sus vecinos la aprecian mucho y vienen a visitarla.

“Soy madre orgullosa de mis nueve hijos (dos fallecidos), 20 nietos y 10 bisnietos. Todos son personas honestas y además responsables”, dijo la burrerita de Lambaré, quien informó que hace 20 años ya no trabaja debido a su avanzada edad.

Insistió que se sacrificó mucho por sus hijos para mantenerles y hacer de ellos personas de bien junto a su esposo Marco Mendieta Galiano, que era excombatiente de la Guerra del Chaco. Él falleció hace 44 años.

Recuerda que su marido cuidaba la chacra y ella se iba al Mercado con los productos de la cosecha.

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Nació un día como hoy, el 12 de mayo de 1928 en la citada dirección donde vive actualmente. Nos dijo que dentro de su humildad tal vez no tenga lujos, pero le encanta compartir lo que tiene. Por eso, hoy que es su cumpleaños, sus hijos le harán un almuerzo donde compartirán con algunos vecinos.

Doña Dominga nos dijo que luego de muchos trámites burocráticos cobró la pensión como viuda de excombatiente, G. 1.300.000 desde 1992. Afirma que la suma es tan poca que no le alcanza para comprar sus remedios y para el sustento diario. Pero sus hijos le apoyan en la medida de sus posibilidades económicas para los gastos de la casa.

Vida sacrificada

Su hijo mayor, Pablo Mendieta, recuerda que desde muy pequeño acompañaba a su madre hasta el Mercado Nº 1 ubicado en Yegros y Teniente Fariña.

Recuerda que hiciera frío o calor a las 3 de la mañana, él le acompañaba a su madre a pie, sin calzados al mercado. Llevaban para vender mandioca, poroto y frutas de la chacra que cuidaba su padre.

“Se reunían unas 15 burreritas frente a lo que actualmente es la Municipalidad de Lambaré. Venían burreritas de Puerto Pabla, Cañada y Valle Ybaté”, precisó Pablo, que es actualmente mozo de profesión.
Don Pablo dijo que su madre es muy optimista. Le encanta recordar su historia con alegría. Lamentablemente ahora que ella tiene mucho tiempo, todos sus hijos y nietos deben trabajar e irse a la escuela.

En otra parte de la entrevista doña Concepción dijo:

“Todas mis compañeras de Lambaré ya se murieron. Soy la última burrerita sobreviviente de aquella época de sacrificio y que ahora es un símbolo de Lambaré. Por eso Radio Nacional me entregó hace unos días un reconocimiento por tantos años de humilde labor, montando sobre un burrito”.

Concepción Mendieta recordó que trabajó desde los 15 años como burrerita, a semejanza de su madre nacida en Tobatí, departamento de Paraguarí.

“Tenía dos burros, cuando se embarazada uno, el otro suplía el trabajo. El favorito era ‘Machito Artecona’ porque era muy noble y muy obediente, no se cansaba nunca. Se alimentaba de afrecho y maíz”, contó y añadió que solo pudo estudiar la primaria y pronto tuvo que abandonar para ayudar a su madre en el trabajo de compra y venta de frutas y verduras traídas del mercado, siempre montando sobre un burro y actualmente es símbolo de la ciudad de Lambaré.

eolmedo@abc.com.py