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El Miércoles de Ceniza al igual que el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.
El ayuno consiste en ingerir una sola comida “fuerte” al día, mientras que la abstinencia en no comer carne.
El ayuno es obligatorio desde los 18 hasta los 59 años y no prohíbe tomar un poco de alimento por la mañana y por la noche.
En el caso de la abstinencia, si bien se refiere a no comer carne, no impide el consumo de huevos, lácteos y cualquier condimento con grasa animal.
Con el Miércoles de Ceniza comienzan los 40 días de preparación para la Pascua. La Cuaresma termina en el Jueves Santo. Ese día la Iglesia conmemora la Última Cena en la que el Señor comió con sus apóstoles antes de ser crucificado el Viernes Santo.
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva.
Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
La Iglesia también invita a practicar la oración, la caridad y la limosna.