Les preocupa que pese a los reiterados pedidos de cancelación de la licencia ambiental y la suspensión de las obras, la Seam se mantenga sin tomar medidas.
“Las obras continúan y el Jade Park no desiste de su intención de destruir la reserva natural urbana”, señalan los vecinos en un comunicado difundido esta semana. Sospechan que funcionarios de Seam prevaricaron para favorecer al Jade Park, y temen un contubernio entre todos para dejar impune el delito.
Mencionaron que la ley de impacto ambiental dice que las obras deben adecuarse a exigencias urbanísticas y las que necesitan de ordenanzas y resoluciones municipales individuales, requieren de impacto ambiental, pero el estudio del Jade Park omite consideración a los impactos de la obra sobre el parque.