Anoche, en la capilla de la venerable, ubicada en el barrio Carmelitas de Asunción, se realizó una emotiva y multitudinaria misa oficiada por el propio postulador de la causa ante el Vaticano, el padre Romano Gambalunga, quien arribó a nuestro país para informar a los obispos del Paraguay sobre el proceso que aún llevará la beatificación de Chiquitunga, que está prevista para el 23 de junio.
“El pueblo ya lo ha santificado hace mucho tiempo y yo les dije que debíamos esperar que se cumplan todos los procesos y ahora esto se puede convertir en una realidad. Es una gran fiesta, la más grande que tenemos en el corazón”, destacó Gambalunga al inicio de su homilía.
En la misa no faltó nada, las emociones estuvieron a flor de piel. Los rostros enjugados de lágrimas de los fieles de todas las edades, mientras elevaban las manos y las miradas al cielo para agradecer por los favores recibidos marcaron la jornada de la víspera. “Para nosotros ella ya es una santa y muy milagrosa. Cuando un corazón afligido pero lleno de fe clama por su intercesión ante Dios, nunca deja de escucharnos y conceder los favores. Es muy milagrosa. Se imaginan la emoción, ella es paraguaya”, comentó Marycarmen Solange, una devota de avanzada edad que mientras hablaba para nuestro medio apretaba con fuerza un enorme crucifijo que estaba sujeto a un bello rosario que ella lucía en el cuello.
El papa Francisco autorizó el pasado 7 de marzo a la Congregación para las Causas de los Santos promulgar el decreto de beatificación de María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga. Ella se convertirá en la primera mujer paraguaya que va hacia los altares.
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Chiquitunga nació en 1925. Desde joven formó parte del apostolado laico en el servicio a los necesitados, hasta que se unió a las Carmelitas Descalzas. Desde su muerte en 1959, a la edad de 34 años, numerosas personas dieron testimonio de su mediación en milagros. La ceremonia de beatificación de Chiquitunga se realizará el 23 de junio próximo en el estadio del Club Cerro Porteño. El padre Gambalunga afirmó que luego de la beatificación, se necesitará otro milagro para que muy pronto se convierta en una santa paraguaya.