12 de febrero de 2006 - 09:02
Una naciente y el Chorro donde se bañaba Bernardino Caballero
Este artículo tiene 19 años de antigüedad Solo vestigios quedan de los manantiales perdidos del centro de Asunción. Las referencias aluden a cuatro grandes arroyos y sus afluentes que convertían las calles en grandes zanjones. Con el progreso, se vinieron el pavimento y el desagüe pluvial, y es poco o nada lo que queda de ellos hoy. En esta entrega descubrimos una naciente y un Chorro en el barranco.