El fin de la vida útil de los caños de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) hizo que el sábado pasado cientos de pobladores del barrio Loma Pytaã de Asunción se quedaran sin agua potable por varias horas y que parte de la Ruta IX “Carlos Antonio López” (Transchaco) se hundiera a la altura de la intersección de la ruta con Tte. 2º Alejandro Monges.
La arteria, que en su momento costó al Estado un promedio de US$ 280.000 el kilómetro, ahora padece el mal que aqueja a otras calles y avenidas de nuestra ciudad. En esta ocasión, la rotura subterránea de un caño de la red de distribución de agua potable socavó el suelo y provocó el hundimiento de la calle y la destrucción del asfaltado.
El ingeniero Sixto Alvarenga, jefe del Consorcio Tecnoedil SA-8A SA, explicó las razones del hundimiento y señaló que se podría volver a repetir con el paso del tiempo, debido a que los caños de la Essap están viejos.
“Un caño de 250 mm de diámetro reventó, socavó el suelo y hundió la calle. Cavamos cerca de 5 metros de profundidad para retirar todo el barro. Luego rellenamos con material granulado. Este procedimiento se conoce como “rechazo”. Después pasamos a la restitución del paquete estructural y finalmente a la imprimación, que es el sellado asfáltico, previo al recapado asfáltico”, detalló ayer, a eso de las 10:30, en la zona de reparación.
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En ese momento aseguró que en una o dos horas más volverían a habilitar la circulación vehicular por la ruta Transchaco. Sin embargo, aclaró que los trabajos se harían hasta la restitución del paquete estructural, pues la imprimación no lo podrían hacer aún debido a que la planta asfáltica, que provee la mezcla, recién empezará a funcionar el martes, por tanto prevén concluir totalmente los trabajos ese día.