Cada matrimonio y madre soltera trabaja incansablemente y ahorra sacrificadamente para que sus hijos tengan para vivir con bienestar y calidad.
Pero en una sociedad organizada como nación y Estado no basta el esfuerzo personal para que ese deseo apasionado suceda, hace falta también el esfuerzo colectivo organizado, solidario y justo, es decir, hace falta el esfuerzo político de todos para asegurar el Bien Común y la justa, equitativa y solidaria participación de todos los ciudadanos en él. No basta la herencia personal en dinero y bienes (de quienes tienen para dejar herencia, que ciertamente no son todos), porque la herencia familiar será insuficiente y frágil si la comunidad nacional no tiene un Bien Común sólido y verdaderamente Común.
La herencia personal será tanto más débil y caduca cuanto la comunidad haya acumulado más Mal Común y se haya estancado en un Bien Común subdesarrollado.
Desgraciadamente Paraguay está acumulando demasiado Mal Común. Y el Mal Común es la peor herencia que están recibiendo los hijos paraguayos.
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Mal Común es la contaminación de nuestros arroyos, lagos, ríos y acuíferos. Lo mismo podemos decir de la contaminación del aire y de los suelos por la estúpida costumbre de arrojar las basuras en cualquier parte y no transformar las basuras en productos útiles mediante reciclajes con tratamientos adecuados, y sobre todo suelos contaminados por explotación agrícola con abuso de abonos e insecticidas letales.
Mal Común es la insensata y avara deforestación impune a pesar de la Ley 2524/04 llamada Ley de Deforestación Cero. Con la deforestación salvaje y la tímida reforestación además de eliminar los árboles se eliminan miles de especies y se, aceleran el calentamiento de la tierra y la desertización de nuestros campos. Pésima herencia empobrecida y empobrecedora están dejando los padres de la presente generación a los hijos, entregándoles un país esquilmado y un clima destructor.
La corrupción, agravada con la impunidad, instalada en los tres poderes del Estado es la más turbia fuente de producción de Mal Común. Porque precisamente entre las personas a quienes les pagamos para que trabajen para proteger y desarrollar el Bien Común, están los corruptos que aprovechan el poder que se les ha confiado temporalmente al elegirlos mediante sufragio popular, que traicionan al pueblo y la Patria y generan los mayores males comunes: se enriquecen acelerada e ilícitamente, son nepotistas, protegen a los narcotraficantes y apoyan la producción ilegal de las drogas, encubren y se asocian con delincuentes, nada hacen para acabar con los secuestros y dejan que se instale el terrorismo; además de producir y permitir Mal Común se protegen con leyes para autoblindaje y para beneficiarse con privilegios abusivos y a costa del Estado se rodean de adictos cargándonos de funcionarios superfluos. Pésima herencia política, cargada de males comunes, están recibiendo los hijos.
La corrupción de los poderes del Estado ha contaminado a las Fuerzas Públicas y el Bien Común ha perdido un valor esencial, la Seguridad. Los ciudadanos están indefensos ante el crecimiento de la violencia en sus múltiples versiones: decrece el Bien Común y crece el Mal Común.
Las peores de todas las herencias son la ignorancia, que es la madre de todas las pobrezas, y la incompetencia, que es causa de fracasos y derrotas. Ambas, ignorancia e incompetencias, son legados de una educación insuficiente y deficiente. Puede no recibirse herencia económica, pero si se ha recibido una buena educación con desarrollo de las potencialidades personales, con capacidad para aprender siempre y con capacidad de acción y trabajo en campos vitales actualizados, los hijos podrán vivir su futuro con bienestar y calidad, con solvencia y creatividad. Tendrán la herencia más segura. Lamentablemente la educación que el sistema educativo nacional está ofreciendo a los hijos no responde a las necesidades y exigencias del presente, menos aún a las del cambiante futuro., que ellos vivirán. Si la herencia política es pésima, la herencia educativa no es mucho mejor.
jmonterotirado@gmail.com