Pordiosera

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A menos de dos décadas de su quinto centenario Asunción festejó sus 482 años de manera tal que parecía no tener nada que celebrar. Lo pasó en míseras condiciones en cuanto a obras y hermoseamiento. Y eso que este año coincidió con el último aniversario bajo la actual administración del intendente Mario Ferreiro. Se esperaba más.

No es exagerado decir que la “Madre de Ciudades” es tratada como una pordiosera por sus gobernantes –incluidos concejales– y gobernados.

La plaza que ostenta el nombre del fundador Juan de Salazar y en la cual se encuentra su efigie está deshecha. Solo el viernes, el día después, empezaron a despejarla. Por lo general, cuando llega una fecha festiva, a una casa siempre se trata de ponerle las mejores galas. Ni eso!

El “espacio verde” entre la Catedral y el Congreso tiene un valor histórico enorme para la ciudad. Allí están el monumento más antiguo de Asunción, el de la Constitución Nacional; el paseo del Centenario de la Independencia, la escultura ecuestre del Mariscal y el considerado sitio fundacional con el Acta del Cabildo en un extremo. Si no le damos valor a estos elementos urbanísticos en los que se leen siglos de historia, ¿qué se puede valorar más en la Capital de una República?

La gente ávida de festejar se agolpó sobre la Calle Palma en la feria y por lo menos encontró reabierto el Oratorio de la Virgen de la Asunción y Panteón de los Héroes. Lo otro rescatable fue la serenata.

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Desde hace años se habla de la Rehabilitación del Centro Histórico de Asunción y cuanto título rimbombante se encuentra para los proyectos. Nada se concreta ni pasa de buenas intenciones.

Ya en 2011, para el Bicentenario, se hablaba de poner en forma subterránea los cables que impiden apreciar las fachadas de los edificios más emblemáticos. Lo cierto es que el entretejido de ñandutí que conforma el cablerío es cada vez más insoportable y poluye la visual. Hay concejales que están desde esa época, pero ni acuerdo.

Tan siquiera se puede lograr una buena foto del Palacio de López desde la Manzana de la Rivera porque resalta el cableado. ¿Es tan difícil lograr que las instituciones se pongan de acuerdo para despejar del tendido por lo menos la calle El Paraguayo Independiente?

En lugar de los parches de cemento de pésimo gusto en históricas avenidas como Mariscal López y Carlos A. López, el gobierno comunal hubiera invertido en poner en condiciones el principal entorno que vio nacer a la ciudad para este aniversario. Por lo visto falta gente con dos dedos de frente en la administración.

La Municipalidad de la Capital ha perdido toda autoridad. La ciudad es un relajo y cada quien hace lo que quiere. Normas existen en versión papel y digital, pero nadie las cumple ni hace cumplir.

Asunción merece ser tratada con dignidad. Los títulos que le han conferido la historia la hacen merecedora de mayor cuidado y afecto.

Es triste ver cómo la ciudad ensalzada por generaciones, cantada por músicos y recitada por poetas soporte todo tipo de vejámenes y degradaciones.

Y como se dice en otros países sudamericanos, los concejales y el mismo intendente deberían comenzar a leer el Manual de Carreño (*).

(*) Google tiene la respuesta.

pgomez@abc.com.py