Obediente y sacrificado

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Sin lugar a dudas el pueblo paraguayo es el más fácil de gobernar que existe en el planeta. Casi nunca exige demasiado de su gobierno, ya sea en el ámbito de la educación o de la salud. Hoy con esta contingencia respeta la orden de quedarse en casa (claro existe siempre un pequeño grupo que no lo hace), a pasar hambre con su familia.

De hecho que en el mundo entero se aplica la misma medida, la de quedarse en casa, por el alto poder de contagio del coronavirus. Pero también vemos una gran diferencia en cada lugar. En los Estados Unidos el gobierno envía casi una camionada de alimento a cada hogar, al punto que no saben que hacer con tanta comida e incluso en los países vecinos vemos cómo sus respectivos gobiernos garantizan el pan en la mesa a su pueblo mientras dure la cuarentena.

En realidad, en los países vecinos con o sin coronavirus, los más pobres tienen asegurado su alimentación diaria mediante programas de asistencia social permanente, y quedarse en casa no les representa correr el riesgo de no comer, en cualquier circunstancia.

El intendente local, Carlos César Haitter (PDP), declaró días atrás que es mejor pasar hambre pero sin enfermarse. En realidad lo correcto por parte de un gobernante sería asegurar que ese obediente ciudadano que se queda en su casa, esté sano y con la alimentación asegurada.

Pero el pueblo paraguayo históricamente demostró ser capaz de hacer cualquier sacrificio por amor a su Patria. Lamentablemente, la clase política siempre capitalizó de mala manera esa cualidad de la raza guaraní, aprovechándose de la nobleza de su gente para enriquecerse y asegurarse mayor confort.

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Si el pueblo paraguayo no fuese tan dócil, la situación con esta pandemia sería un caos. Los hospitales de todo el país no cuentan con lo más mínimo para afrontar una situación de emergencia. En todo el departamento de Canindeyú no se cuenta con una cama de terapia intensiva, ni siquiera un respirador.

Ojalá, después de esto, así como fuimos capaces de quedarnos en casa, también salgamos a las calles a exigir que el gobierno mejore el servicio de Salud Pública.

rduarte@abc.com.py