Futurología de la importación

Este artículo tiene 5 años de antigüedad

Ayer, a las 9:00, arribaba a nuestro país un carguero procedente de Hong Kong, China, con 41.000 kilos de insumos hospitalarios (camas, mascarillas, protectores y otros, no así respiradores) para enfrentar la lucha contra el coronavirus.

El avión también trajo otro cargamento, el de las dudas de dudas que circundan tanto a la forma en que llegó y como al contenido. Las interrogantes surgieron a partir de las cajas que ostentaban el logo del Gobierno, del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y la marca país Paraguay de la gente según algunos parlamentarios de la Comisión Bicameral encargada de verificar la descarga. Entre ellos, Sebastián García (PQ), Kattya González y Norma Camacho (PEN), Celeste Amarilla (PLRA) y Tito Ibarrola (Hagamos).

Una confusa explicación por parte de la empresa que contrató el flete (Transruta), así como a nombre de quién se hizo la importación no hace más que desnudar nuevamente que las intenciones de luchar contra la pandemia parecerían ser solo una pantalla para el robo descarado. Hoy, los ladrones ni siquiera respetan el peligro inminente de muerte de la población paraguaya; con tal de embosillarse unos cuántos guaraníes de más, están dispuestos inclusive a robarles la vida a las personas que sufren en medio de la emergencia sanitaria y que luego tendrán que pagar.

Una declaración ofrecida por Oscar Orué, viceministro de Tributación, da cuenta de que esos logos fueron impuestos desde el lugar de origen pues de esa manera se evitaría una eventual requisa por parte de otros gobiernos por cuyos territorios recorrería la carga hasta llegar al aeropuerto Silvio Pettirossi y que tal cosa ya estaba dentro del pliego de bases y condiciones.

Otro elemento que agrega confusión al tema es que de las 300 camas que se declararon, solo 50 eran para el sector estatal.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

¿Y el resto? ¿Por qué tenían los logos? si es que eran “importación privada”, según declaró la gente de Transruta.

Salvo que se trate de una suerte de futurología de la importación, resulta sospechoso que dos empresas privadas ya adivinen qué es lo que va a pedir el Gobierno para enfrentar la pandemia.

¿Quién proveyó esas calcomanías y cajas preimpresas? ¿Cómo es posible que una fábrica de China o la empresa compradora de esos productos utilice un logo oficial para rotular una carga privada? Y si, puede que si tal vez se haya querido salvaguardar la carga, puede ser razonable esa lógica. Pero todo el manto de dudas, una vez más, nos da la evidencia de que la transparencia es lo último que le interesa al Gobierno. La falta de esta hace que perdamos tiempo en estas cuestiones antes que concentrarnos en la contingencia por pandemia.

mescurra@abc.com.py