Tras el partido de la primera fecha, el técnico comentó que “cada día me gusta más el equipo” y agregó que este tiene “pequeños crecimientos en cada partido”, y remató que “estamos muy bien”.
Increíblemente, los comentarios que generaron estas declaraciones no fueron favorables para el “Chiqui”. Por ejemplo, un hincha de nombre Miguel Kulman comentó: “no entiendo qué equipo ve Chiqui Arce”, para agregar que el 12 de Octubre “nos acorraló” en el segundo tiempo, y que querría no tener un “pequeño crecimiento” cada vez sino tener ya un equipo consolidado dado el tiempo que los mismos jugadores llevan jugando juntos.
Otro, de nombre Fernando Miranda, dijo que “Tenemos un plantel excelente, pero un técnico mediocre”, para agregar que “ya llevamos como 40 partidos con Chiqui y se sigue con los mismos errores de siempre”.
El comentario de Juan Fernández afirma que “así mismo dijo Chiqui cuando dirigía a la selección paraguaya, y dónde terminamos por culpa de este ...(insultos)”.
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Ramón Peralta se burla con este comentario: “Cada día se compenetran más, son más equipo, entre Dos Santos, los Romero, Castrilli Arias, los líneas y Fidencio somos imbatibles, lástima que no podemos armar el mismo equipo en la Libertadores”.
Y son muchos más los comentarios de este tipo y pocos los favorables al técnico azulgrana. Repito: ¿Por qué esta actitud de los hinchas, cuando se supone que deberían estar exultando de gozo?
En el torneo local Cerro gana, con goles de excelente factura tras llegadas bien trabajadas. Allí están para convertirlos Guillermo Beltrán, los hermanos Romero, Daniel Güiza, Matías Corujo…. Entonces, ¿qué es lo que desespera al hincha? La parsimonia de mediacancha para atrás. Se tarda un montón para que la pelota sacada por el arquero llegue adelante. El “Gatito” le entrega al defensor por derecha, este le tira la pelota a rastrón al central que está a su lado, este de nuevo al otro central y finalmente llega al defensor del lado izquierdo. Este último le entrega a los mediocampistas, quienes tras buscar a algún compañero adelante -y no lo encuentra porque hace tiempo ya están todos marcados- de nuevo lo devuelve al defensor y este al arquero para que rechace, a veces apremiado, y la pelota llega adelante generalmente a la cabeza de algún defensor del equipo contrario.
Es decir, el equipo se volvió muy predecible. Pero aún así, localmente, con el buen plantel que tiene, Cerro va a seguir teniendo éxitos. El problema está y va a estar cuando juegue con equipos más competitivos del exterior.
Es lo mismo que nos pasó con las eliminatorias del Mundial. Los partidos previos con Panamá, El Salvador y otros del mismo estilo, ganamos sin muchos apremios, pero la realidad nos escupió en la cara cuando enfrentamos a los equipos más fuertes.
Pero Cerro Porteño tiene las condiciones para cumplir un buen papel tanto en el campeonato local como en la Copa Libertadores. Si con menos llegadas el equipo convierte goles, es lógico que si esas numerosas pelotas que están circulando en el medio y que al final deben ser enviadas al arquero para que rechace sin rumbo llegaran con mayor rapidez a los delanteros, en vez de crear diez posibilidades de gol, se tendrían veinte o más. En verdad, no vemos hoy un equipo que tantas veces devuelva la pelota a su arquero, como el cerrista.
Chiqui tiene el gran mérito de haber conformado un excelente plantel, sin muchas contrataciones, sino apelando a la cantera como es su costumbre. Ojalá imprima dinamismo al equipo en todas sus líneas, que así ganará más partidos y también a la hinchada.