El rekutu del Gobernador

Hace 207 años que le tocó vivir al Paraguay su primera independencia. Nos liberamos de la “madre patria” cuando Bernardo de Velazco era el gobernador ibérico. Este ya lo había sido de 1807 a 1809. Descansó unos meses y luego retomó el cargo y en la noche del 14 de mayo de 1811 y la madrugada del 15 cedió su cargo de Gobernador español para ser el primer Presidente del Paraguay tras la Independencia. Junto a Velazco se formó un Gobierno Provisorio con José Gaspar Rodríguez de Francia y Valeriano de Zeballos.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/VQ4DFGCANZGIDEU4QPFTMYOQME.jpg

Cargando...

No hubo ni un disparo, nadie protagonizó ni un soquí callejero, no sonaron bombos, platillos ni matracas, ni discusión alguna, ni plagueo entre vecinas, nada de nada durante la emancipación paraguaya. El único testigo del sosegado y relajante cambio del nuevo régimen de gobierno se nota en nuestro billete de 10.000 guaraníes con una silla caída con la que alguien se habrá tropezado. Escuché de algunos entendidos que esa toma parece ser de momentos vividos cuando la independencia de la Argentina.

Díganme si no es para pensar la entrega que hizo Velazco para que los paraguayos arrancásemos desde ese 14 de mayo a ser libres y autónomos. En realidad considero que nos quedamos también insubordinados al verdadero yugo que tenía la economía criolla al desatarnos la cincha que nos ataba al virreinato del Río de la Plata cuando tanta plata le costaba a la Provincia del Paraguay exportar lo que tenía por entonces: el cuero, la yerba mate y el tabaco, entre otros rubros de menor cuantía. Esta atadura curepa suele apretarnos cada tanto con el envío en tránsito de la carne a Chile, con el paso fluvial de la producción granelera y con el envío de algunas frutas al mismo mercado argentino.

En síntesis, la independencia paraguaya duró dos días como si tuviese que librarse sangrientas provocaciones y más enquilombadas que enfrentamientos actuales entre barras al abandonar los estadios deportivos. Ni mosca voló y entiendo que los festejos de nuestra independencia suelen ser del mismo tenor. Vale decir, casi nadie se manifiesta con ímpetu, fervor, exaltación, pasión o entusiasmo. Ubico estos términos por si alguno pegue y me haga entender. Algunos discursos militares son los que, por lo menos falsamente, manifiesten algunos valores de nuestra independencia.

Luego vienen los desfiles con los que la juventud estudiosa intenta hacernos recordar el mérito y la tasación que debe tener la fecha. En este punto quiero referirme a los desfiles que hacen los japoneses con su indumentaria colegial. Todas las instituciones educativas tienen el mismo uniforme, sea diario, el de gala y deportivo. En nada se diferencian, ni mucho menos en el nivel de enseñanza. Desconozco cuantos locales escolares oficiales y privados existen en materia de enseñanza media y ni un uniforme parecido o similar existe en los colegios de los 17 departamentos que tiene el país.

El segundo día de independizarnos de la madre patria, esta patria se encuentra totalmente taponada por el día de la madre. Nos olvidamos de la patria para festejar el día de la madre que vale mucho más que la madre patria, que siempre se interesó casi exclusivamente en la conquista de América. Me refiero a la conquista y sus sinónimos de: asedio, botín, invasión, asalto, ocupación y presa que fuimos.

Decía que en mayo de 1811 ocurrió la primera independencia ya que luego vinieron Francisco Solano López, Albino Jara, Natalicio González, Higinio Morínigo, Alfredo Stroessner y “otros héroes”.

No toleramos la reelección que muchos gobernantes buscaron y buscan pero hay que acordarse que este país ya nació con el rekutu que le dimos a Velazco en un día como hoy, pero del año 1811. Y desde ese año todos lo intentan, aun con la ley en contra...

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...