La voz de su amo (Jagua Vitrola)

Un perro sentado sobre sus patas traseras miraba con curiosidad el interior de la trompeta que subía desde un disco de acetato. En la parte superior, una inscripción: “His master’s Voice” (La Voz de su Amo). Era la popularísima publicidad de la firma Gramophone para sus máquinas tocadiscos que apareció entre los años 20 y 30 del siglo pasado. Y su uso se prolongó por décadas, incluso cuando aquellas venerables máquinas habían sido superadas por nuevas tecnologías. Llegó a ser tan popular, incluso en nuestro país, que a las personas que acostumbraban a andar con la cabeza ladeada a un costado se las conocía como “Jagua vitrola”. 

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Todo esto me parecía, hasta la semana pasada, parte de una leyenda que podía interesarnos solo a los viejos. Pero he aquí que descubrí sorprendido que sigue existiendo, que hay centenares de “jagua vitrola” con la oreja pegada a la trompeta imaginaria de aquella máquina para escuchar la voz del amo y amplificarla.

La investigación de las actividades delictivas de Darío Messer, buscado por la justicia de 190 países, escondido en nuestro país, o a estas alturas ya fugado, ha provocado reacciones contrarias y se están buscando los mecanismos necesarios, no importa que sean legales o no, para disolver la comisión parlamentaria de investigación y tirar sus conclusiones al basurero. Como es fácil suponer, la reacción proviene de quienes siguen siendo fieles y obsecuentes seguidores del expresidente Horacio Cartes, quien no solo en una oportunidad dijo que Messer era “su hermano del alma“, sino incluso lo llevó a una visita oficial a Israel donde participó de todos los actos oficiales que se habían programado. ¿A título de qué? 

La semana pasada, durante la sesión ordinaria de la Cámara de Senadores, el senador colorado Sergio Godoy adelantó su intención de presentar una acción de inconstitucionalidad. “Estoy justamente viendo la medida para accionar porque esa comisión, tal cual como está, es ilegal e inconstitucional y no puede seguir funcionando”. Sus palabras no cayeron bien. El senador Rodolfo Friedmann, también colorado, le pidió que se saque “la careta” y que reconozca abiertamente que desea obstaculizar la investigación porque ella le afecta “a su patrón“, aludiendo al expresidente Horacio Cartes.

No conozco al senador Godoy, por lo tanto no puedo saber si tiene inclinada a un lado la cabeza como la del perro Nipper, que así se llamaba el utilizado en la campaña de Gramophone, pero es evidente que actúa de manera bastante cercana, atento a la “voz de su amo” que le indique qué debe hacer en casos en que se vea amenazado el nombre del ex primer mandatario. Como él, existen muchos otros “jagua vitrola” que de manera suicida han decidido nadar contra la corriente, sin comprender que las tornas han cambiado: el amo sigue teniendo dinero, muchísimo dinero, pero ya no tiene poder; el famoso dicho del expresidente Juan Carlos Wasmosy: “Yo soy el que tiene la lapicera”. Pues sí, señor, hoy día es otro el que empuña la pluma fuente con la que firma (o deja de firmar) los documentos que ponen en marcha la maquinaria de la nación.

Solo es necesario esperar un tiempo prudencial para comprobar que el ejercicio del poder requiere esa “otra cosita” que no es necesariamente dinero. Así como un día el perrito de la victrola vio que ella desaparecía y se quedaba sin trabajo ante los avances de la tecnología, quienes viven ansiosos esperando “la voz de su amo” terminarán en la cuneta.

jesus.ruiznestosa@gmail.com

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