Matrimonio inventado en Paraguay usaron en proceso en la Argentina

De vergonzosa y al servicio de los amigos es considerada la justicia de nuestro país por una ciudadana argentina que impulsa en los tribunales de Asunción un juicio por falsificación de instrumento público a su ex esposo. Elena Ianantuoni jamás se imaginó que una demanda por adulterio e injuria grave que comenzó contra Nicolás Alfredo Orlando, en Buenos Aires, la obligaría también a litigar en Paraguay. La parcialidad del juez Wilfrido Peralta y la dilación de la causa, según aseguró, la obligarán a recurrir a organismos internacionales por violación de los derechos humanos.

Cargando...

En 1996, Ianantuoni promovió en Buenos Aires la demanda por adulterio e injuria grave contra Orlando. Como prueba en el juicio, la mujer presentó un certificado de nacimiento del hijo extramatrimonial del demandado.

Para equiparar la prueba, Orlando "inventó" un casamiento de su esposa en Paraguay, específicamente en Teniente Rojas Silva, Chaco, con un tal César Franco Cáceres. "Se falsificó un acta de matrimonio que dice que la señora Ianantuoni contrajo matrimonio en Paraguay", explicó la abogada María Cristina Moreno, quien patrocina a Ianantuoni en Buenos Aires.

"Cuando vimos el documento (certificado de matrimonio) en el juicio en la Argentina, pedimos a la jueza que lo redarguya de falsedad; pero una ley de orden público internacional dice que cuestiones de ese tipo se dirimen en los países donde se otorga el documento. Entonces vinimos a Paraguay a buscar al supuesto marido de mi cliente, o sea a César Franco Cáceres", manifestó en otra parte de su relato la letrada.

Abogada y cliente, una vez en Paraguay, empezaron las averiguaciones. Fueron al Departamento de Identificaciones de la Policía, donde fueron informadas que en los registros no figura el tal César Franco Cáceres, que supuestamente nació en Asunción. Después se constituyeron en el Registro Civil, donde solicitaron el poder que supuestamente Ianantuoni otorgó para que se pueda casar con Franco Cáceres. "El director de esa institución respondió que no existe un archivo de poderes", dijo la abogada.

Las dos mujeres viajaron al Chaco. Fueron hasta la sede del Ejército, donde pidieron ayuda para llegar al juzgado de paz a cargo de Julián Fretes, a quien nunca pudieron ubicar, según relataron a nuestro diario.

"Volvimos al Registro Civil y luego de mucho insistir, uno de los funcionarios manifestó que el casamiento podría figurar en los libros truchos. "Accedimos a los libros que ni siquiera tenían una secuencia de las actas. Vimos que los testigos de todos los casamientos que allí figuran son los mismos y el juez Fretes avalaba todas la irregularidades", resaltaron.

La abogada Moreno resaltó que es inadmisible que un Registro Civil pueda tener "libros truchos". "Realmente nos asustamos. Primero creímos que se trataba de una broma, pero cuando nos mostraron el documento nos dimos cuenta que en realidad existen esos libros truchos", añadió la letrada.

Al comprobarse la existencia del certificado de matrimonio mau se abrió una causa penal. Las investigaciones quedaron a cargo de la fiscala Teresa Ruiz Díaz. "Las pruebas son irrefutables contra Orlando y otros involucrados, entre los que figura el abogado Mario Melgarejo", acotó la abogada, quien acompaña a Ianantuoni en la batalla legal que impulsa en Paraguay.

EL PROCESO PASO A PASO

- El matrimonio celebrado por acta número 334 del 28 de diciembre de 1986, en la colonia Tte. Rojas Silva, Chaco paraguayo, se realizó por medio de un poder. El informe del Ministerio de Justicia y Trabajo demuestra que comparecieron ante Julián Fretes, encargado del Registro del Estado Civil, César Franco Cáceres, de 42 años, paraguayo, comerciante, domiciliado en Asunción, hijo de Alejandro Franco y Clara Cáceres, y Elena Beatriz Ianantuoni, argentina, nacida en Bs.As.

- En el acta se hizo constar que la contrayente se hizo representar por un poder especial ante el escribano público y manifiesta su voluntad de casarse, y no habiendo oposición se procedía a leerles las disposiciones legales, para después preguntarles si aceptaban ser marido y mujer, a lo que respondieron que sí.

- El Departamento de Identificaciones informa en el juicio de nulidad del acta que en los archivos de la institución no obra prontuario alguno de César Franco Cáceres.

- La jefa de la sección archivo de la Dirección General de los Registros Públicos informó que a nombre de César Franco Cáceres no se halla registrado e inscripto de apoderado en ninguno de los libros respectivos desde 1985 a 1997.

- Los informes probaron que efectivamente el acto de matrimonio celebrado en diciembre de 1996 adolece de vicios, por lo que se declaró su nulidad.



Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...