La lista de las mayores contratistas del Estado paraguayo en la última década incluye una serie de nombres de firmas vinculadas a grandes casos de corrupción.
De las 20 empresas que más dinero recibieron de instituciones públicas, nueve poseen frondosos antecedentes por casos de corrupción en países de la región y hasta en el mundo.
Sobornos de la número 1
Entre 2010 y 2019, la petrolera Trafigura Pte Group recibió del Estado paraguayo casi G. 6 billones, unos 978 millones de dólares, en contratos.
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Esta multinacional con base en Ginebra y registrada en Singapur es la mayor contratista de la última década en nuestro país, a pesar de que registros de Contrataciones Públicas muestran que sus operaciones iniciaron recién en 2014.
Mientras sus negocios en Paraguay crecían, se multiplicaban los casos de corrupción que salpicaban a la multinacional. En noviembre pasado, fiscales de Brasil presentaron cargos contra directivos de Trafigura por hechos de corrupción vinculados al caso Lava Jato, uno de los mayores escándalos de corrupción política en la región.
Según los documentos de la fiscalía brasileña, directivos de Trafigura pagaron sobornos a altos funcionarios de la estatal brasileña Petrobras por aproximadamente US$ 1.500.000 para conseguir instalaciones, precios ventajosos y comercio frecuente de fueloil y productos derivados de petróleo. Casualmente, son los mismos productos que la empresa vende a la estatal paraguaya Petropar.
Trafigura también tiene historial de corrupción en países de África por pagos de sobornos y venta de diésel tóxico y hasta en Asia.
A pesar de todos estos antecedentes, la firma siguió operando tranquilamente en Paraguay. Su último contrato con Petropar fue firmado en marzo pasado, por G. 97.000 millones.
Con otro nombre
La multinacional también operó en nuestro país con el nombre de Trafigura Beeheer BV, una subsidiaria. Con esa denominación obtuvo contratos por US$ 677 millones en la última década y se ubica como la tercera contratista más grande del Estado paraguayo.
En 2011 obtuvo su mayor contrato, cuando Petropar adquirió gasoíl y nafta por unos US$ 400 millones.
Trafigura Beeheer tuvo acusaciones por pago de sobornos en Zambia, a cambio de contratos con organismos públicos, también en Venezuela, donde habría ofrecido dinero a funcionarios de PDVSA por beneficios.