El parlamentario opositor, durante su intervención en la última sesión plenaria del Senado, afirmó que la Constitución garantiza la libertad de expresión, por lo que ningún ciudadano o ciudadana puede ir preso por ejercer ese derecho constitucional.
El martes pasado, durante la presencia del presidente Mario Abdo Benítez en Ciudad del Este, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y de la Policía Nacional detuvieron a Ovidio Javier Leguizamón (35) y lo esposaron por escrachar al Mandatario. “Vendepatria” y “quisiste vender Itaipú” fueron algunas de las frases que gritó el ciudadano.
Ayala dijo que el joven no cometió ningún delito ni crimen y que prueba de ello fue que el fiscal, a quien acusó de actuar tardíamente, lo liberó.
El legislador señaló que lo ocurrido deja “muy mal parado” a Abdo Benítez, como jefe de Estado. “Tenemos que entender que las autoridades se deben al pueblo, que las personas que ejercen algún cargo público están sometidas a la crítica, y muchas veces a una crítica virulenta”, dijo Ayala.
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Enfatizó que el joven, al no cometer ningún hecho punible contra la convivencia de las personas, como establece el Código Penal, “está exenta de la autoridad de la Policía, los magistrados y fiscales”. Explicó que la actuación de Leguizamón no fue una “perturbación de la paz pública”, conforme al Código Penal, y leyó al pleno del Senado los artículos (234 y 237) que tipifican ese delito. La perturbación de la paz pública se da cuando ocurren actos violentos contra las personas o cosas, según el código.
“Por lo visto, las autoridades con el tiempo, con el poder, con el oropel, con los guardias, con los Land Cruiser, los viáticos, todos los honores, etcétera, tienen oídos muy sensibles. No quieren escuchar el reclamo de la gente”, expresó Ayala.
El político opositor, además de calificar de una “sobre-reacción” la actuación policial, pidió que el hecho no se repita y que las autoridades jerárquicas de los agentes ordenen sumarios para no dejar impune el hecho. Finalmente, dijo que Leguizamón, por culpa de la imperfección aún de nuestra democracia, tuvo que sufrir el apresamiento.
Detenidos en la era wasmosista
Durante el gobierno del presidente Juan Carlos Wasmosy (1993-98) hubo varios casos de ciudadanos detenidos por hacer gestos obscenos al entonces mandatario. Una publicación de nuestro diario del 21 de julio de 1994 informaba el apresamiento de una joven por sacar el dedo medio a la comitiva presidencial. El informe policial señalaba que la causa de la detención de la joven fue por la exhibición “del dedo medio en actitud grosera y ofensiva a la autoridad legalmente constituida”. La joven fue apresada en la Comisaría 6ª y fue liberada luego de recibir “enseñanzas de buena educación”, según la Policía. Era la tercera detención por similar acto.