El motivo de la molestia de Petta fue un tweet en la cuenta de la senadora Martínez en el que le instaba a renunciar a su cargo.
En su escrito, la senadora le decía, con signo de pregunta si él, que se declaraba pro vida y pro familia mintió en su declaración jurada de bienes “para no pagar prestaciones alimentarias a sus hijos”. Agregaba a continuación: “Por favor renuncie, no puede seguir como ministro de Educación”.
A esto, Petta respondió que “Injuriar escudándose en una interrogación es un juego falaz y oportunista, las reglas democráticas se sustentan en leyes y en valores. Tengo principios, defiendo la vida y al sistema que nos rige. Como padre, ciudadano y funcionario doy testimonio de mis actos”.
El tweet de la senadora tuvo origen en la publicación de un diario digital que acusaba expresamente a Petta de no haber declarado como suyas algunas propiedades que tiene junto con sus hermanos con el objetivo de disminuir la valoración de sus bienes y, de esta manera, disminuir el monto que les pasa a sus hijos.
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Los senadores, según la Constitución, tienen inmunidad de palabra y no pueden ser enjuiciados por sus expresiones. Sin embargo, algunos interpretan que esto solo se refiere a cuestiones vinculadas a la legislatura.