Junto con sus abogados Andrés Casatti y Rocío Rodríguez, el empresario Justo Ferreira, uno de los dueños de las empresas Insumos Médicos (Imedic) SA y Eurotec SA, dio ayer a ABC su versión respecto a la contratación vía excepción número 36/2020, del 3 de abril, con el Ministerio de Salud.
Durante un proceso en el que la Contraloría General de la República halló varias irregularidades, Imedic firmó contrato por G. 47.952 millones para proveer mascarillas, trajes de protección individual para riesgo biológico y 50 camas manuales para pacientes. Eurotec selló trato para proveer protectores faciales, protectores oculares, mascarillas y trajes de protección por G. 37.000 millones. En total, ambas firmas familiares cerraron contratos por unos G. 85.000 millones y recibieron un 20% de anticipo, en total G. 17.000 millones, incluso cuando esto no estaba previsto en el pliego de bases y condiciones.
Ayer Justo Ferreira explicó que las empresas habían presentado en una web habilitada para ello en el Ministerio de Salud una propuesta con los insumos que ofrecían atendiendo a que tenían proveedores asegurados en China Continental, pidiendo un anticipo del 40% a la aceptación de la propuesta, un 40% al momento de la firma del contrato y un 20% a la contraentrega final. Esto, al presentarse a la licitación, no corrió, pero sí recibieron el 20% de anticipo, aun cuando no había obligación contractual de hacerlo.
La abogada Rodríguez afirmó, sin embargo, que “dentro de las condiciones generales del contrato está establecido que el Ministerio puede otorgar (el anticipo)”.
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Ferreira señaló que el adelanto era importante “porque la inversión es gigante”. “Acá lo que hay que tener en cuenta es ¿por qué nosotros finalmente decidimos participar en la licitación? Porque vimos que no existía ninguna respuesta para el Ministerio de Salud y, dentro de todo, los únicos que conseguimos productos en China fuimos nosotros. Entonces dijimos ¿qué hacemos? Y tenemos que tratar de ayudar a nuestro país. Recurrimos a un banco y planteamos: tenemos la posibilidad de ayudarle al Paraguay, ¿ustedes quieren ser parte de lo que nosotros decidimos hacer? Y el banco –Continental–, en el mismo día que nosotros fuimos a llevarles el proyecto, nos dio el préstamo”, añadió el empresario.
Ferreira explicó también que, pese a tener asegurados los productos con proveedores de China, en el momento en que debían realizar la importación, para la cual ya tenían el avión carguero contratado, la mercadería no llegó al aeropuerto. Ya había pasado el 11 de abril cuando debieron suspender el vuelo y pagaron unos US$ 750.000 de sanción. Por esta razón, en la segunda oportunidad, el 14 de abril, decidieron aprovechar el viaje e importar las camas que ya tenía la empresa en Hong Kong. Así, con las 50 camas que eran para Salud Pública, trajeron otras 350. Por un lado, Ferreira dijo que le colocaron el logotipo del Estado paraguayo a todas las cajas para garantizar que durante el viaje no sean confiscadas, como estaba ocurriendo. Por otro lado, dijo que trajeron camas demás porque sabían que serían necesarias.
Embromados en China Continental
Justo Ferreira y sus abogados alegaron que las camas y los trajes de seguridad no reunían las condiciones exigidas por Salud Pública porque sus proveedores de China les enviaron otros productos y no aquellos por los que pagaron. El Ministerio de Salud rechazó las camas y los trajes e inició la rescisión del contrato con Eurotec e Imedic.
“Las compras en China, lastimosamente no son demasiado formales, uno pide una cosa, te traen otras, eso ocurrió con las camas”, señaló el abogado Andrés Casatti. “Imaginate que hoy tenemos 135.000 trajes que trajimos que no tienen el grado de seguridad que es solicitado por el Ministerio”, añadió Ferreira, quien afirmó que a cambio están ofreciendo al Estado artículos de mejor calidad.
