Acusan a un expolicía, hoy candidato a intendente, de la muerte de una persona

Mariana Lesme Areco, de 62 años, recuerda con tristeza lo ocurrido con su marido, Carlos Bogarín. Señaló que su esposo fue torturado y asesinado el 8 de agosto del año 1983. “El mismo día que fue detenido por las fuerzas policiales encabezadas por Rubén Rojas, actual candidato colorado a la intendencia municipal de Hernandarias”, manifestó.

Dijo que este es el momento de “buscar justicia para su marido”. Indicó que le entristece ver a Rubén Rojas recorriendo la ciudad y haciéndose del desentendido de la carga que pesa sobre su conciencia.

Mariana comentó que su marido fue detenido sin causa alguna y transportado hasta Ciudad del Este. Ella se fue hasta esa ciudad y de ahí retiró el cuerpo de su marido. Los efectivos policiales le dijeron que Carlos Bogarín “se cayó” del camión cuando venía de Hernandarias. La Policía le entregó el cajón cerrado con el cuerpo de su marido. Al llegar a su casa abrieron el féretro en presencia de vecinos. Encontraron el cadáver de su marido con rastros de violencia. “Mi marido tenía 26 años en ese momento y dejó tres hijos chicos. Sufrí mucho. Él fue torturado y asesinado por un tal Ayala y por Rubén Rojas, que es este candidato a intendente”, apuntó.

Señaló que su marido figura en el Archivo del Terror como víctima de la policía de la dictadura stronista.

Recalcó que antes se ocultaba todo y que ahora se puede divulgar lo que pasó y que no parará hasta que haya justicia.

Lesme relató también que llegaron hasta su casa tres personas con una escribana diciéndole que si sigue con su denuncia Rojas la demandará y le sacará su casa. “Yo le dije que no tengo miedo a quedarme sin casa. A mis 62 años voy a salir adelante otra vez, pues ya perdí todo en su momento”.

Rojas fue consultado telefónicamente sobre la acusación. Negó que haya tenido participación en el caso denunciado. Dijo que la señora Mariana fue utilizada por un grupo político y lamenta que tendrá que ser ella quien pague los platos rotos. “A todas luces quieren perjudicarme. Pero todo está en manos de la Fiscalía. Yo me puse a disposición para que se me investigue. En la justicia se va a aclarar, porque de alguna forma esta pobrecita va a tener que decir quién le indujo a decir todo esto. Es gravísimo lo que dijo de mí”, manifestó el expolicía.

Sin embargo, el caso de Carlos Bogarín figura como caso 565 del Informe Interanual de Derechos Humanos de la CIDH correspondiente al año 1987.