Ancho: “No soy el niñero de diputados”

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El diputado liberal Bartolomé Ancho Ramírez, expresidente de la cámara, defendió su administración y rechazó que incurriera en despilfarros. Sobre los viajes insólitos de algunos diputados dijo que él solamente aprobaba y que la responsabilidad es de los legisladores. “No soy niñero de los diputados”, afirmó.

Respecto al ahorro que existe actualmente en materia de viajes y viáticos, el legislador dijo que él se ajustó estrictamente a la ley y al presupuesto. Sostuvo que no hay nada que hayan ejecutado que no tenga un sustento en la ley.

“Este supuesto ahorro que se ve hoy en nombrados y contratados se puede producir gracias a que este presidente (en referencia a sí mismo) inició los sumarios”, indicó.

Señaló que el inicio de algunos sumarios y despidos llevan su firma y ahora se están poniendo en práctica. Sostuvo que las medidas que tomó impactan ahora, pero si no las hubiera tomado le iba a ser imposible al presidente actual llevar adelante algunas decisiones.

En cuanto a la falta de control sobre los viajes que hacían algunos legisladores, Ramírez sostuvo que esas actividades son cuestiones personales de quienes los solicitan. Apuntó que el administrador (o sea él) solamente culmina un trámite que inicia el diputado. Señaló que si a un parlamentario le interesa ir a algún lugar por algún tema específico, impulsa el trámite y el presidente lo culmina. Insistió en que el viaje es una cuestión personal del legislador.

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“Yo no soy el niñero de los diputados, esa es una cuestión personal”, afirmó el legislador. Indicó que él podía responder por sus viajes. “Que los otros respondan por los suyos”, agregó.

Sobre la sanción que recayó en los diputados Jorge Baruja (ANR) y Carlos Portillo (PLRA), por irregularidades en la devolución de viáticos, Ramírez dijo que estaba de acuerdo, “porque es el inicio de un código de ética”. Afirmó que lo más difícil es juzgar a alguien desde el punto de vista de la ética y que es distinto cuando se trata de leyes que sencillamente se aplican.

Apuntó que en el caso de sus colegas también lleva el peso de un “reproche ciudadano”.

Sostuvo nuevamente que no hubo despilfarro en su administración porque de haber sido así, su gestión debía analizarse en otras instancias de control. Señaló que despilfarrar hubiera significado que utilizó de mala forma el dinero del presupuesto, lo cual no ocurrió, según dijo.

Afirmó que la tarea de un presidente es compleja y por eso estuvo de acuerdo en que el periodo dure dos años y medio.