Finalmente, el 9 de marzo, Lugo firmó el decreto por el cual se otorgaban facultades especiales al jefe del Gabinete Civil para que, en forma conjunta con el Ministerio de Relaciones Exteriores, coordinara acciones respecto a las hidroeléctricas.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores, en coordinación con el Gabinete Civil de la Presidencia, constituye el conducto para las cuestiones energéticas y de administración relacionadas con las entidades Binacionales creadas por los Tratados de Itaipú y Yacyretá” expresa textualmente el artículo 3 del decreto.
Según algunas fuentes, tanto Jorge Lara Castro como Ricardo Canese se opusieron tenazmente a dejar en manos de López Perito las negociaciones en ambas entidades binacionales.
Sin embargo, Lugo firmó el Decreto 8552, según algunos, por presión de los mismos argentinos, ya que el ministro de Planificación Federal del gobierno Kirchner, Julio De Vido, sería la contraparte de López Perito para tomar decisiones sobre Yacyretá, algo que tanto Lara Castro como Canese consideraron una irregularidad que podría incluso ser atacada de inconstitucional.
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López Perito alcanzó incluso a viajar a Buenos Aires para entrevistarse con el ministro De Vido. Este cargo le valió a López Perito incluso el mote de “superministro” en su momento, ya que con el mismo aglutinaba una serie de potestades que lo convertían en un factor clave para la toma de decisiones.
Actualmente, el decreto sigue vigente, aunque el canciller José Félix Fernández Estigarribia ya anunció que el mismo será debidamente analizado. En Cancillería se da por descontado que el mismo será anulado.