El enviado del Papa al Paraguay mantuvo ayer encuentro con los religiosos y religiosas en el Seminario Metropolitano. En la ocasión habló de la misión actual de la Iglesia y, sobre todo, de la vocación del consagrado.
Al término de su conferencia, Hummes respondió varias preguntas y sus respuestas demostraron que la Iglesia tiene aires nuevos desde la asunción del papa Francisco.
El hermano Mariosvaldo Florentino fue el primero que preguntó a Hummes sobre la posición de la Iglesia ante la corrupción, especialmente luego de las posturas que tuvo el Papa sobre el tema (Francisco había dicho que quien vive de la corrupción da pan sucio a sus hijos). El cardenal indicó que la corrupción es una gran injusticia que afecta al derecho de la gente, porque se roban los recursos públicos. “La corrupción es el infierno y debe ser combatido constantemente. La justicia tiene una gran papel. En Brasil tenemos el ejemplo del ‘Mensalão’, que es el juzgamiento de políticos metidos con banqueros que cayeron en corrupción. Gracias a Dios, el Supremo Tribunal de Justicia ha seguido todo el proceso y ha condenado y deberán cumplir sus penas los responsables”, explicó.
Impunidad
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El purpurado cree que la impunidad es la que alimenta y nutre la corrupción, entonces el compromiso debe ser combatir esa impunidad, que pasa por tener un buen Poder Judicial, y para que eso ocurra, la sociedad debe hacer presión sobre los poderes, para que se combata eficazmente la corrupción.
Consultado por ABC sobre qué debería hacer la jerarquía para que esa sociedad haga presión, indicó que “debe ayudar a la gente a hacer fuerza, debe concienciar para que haya una presión democrática sobre las instituciones de manera que sea eficaz ese combate a la corrupción. La Iglesia puede hace mucho en ese aspecto”, apuntó.
En otro momento, sostuvo que la corrupción existe en todo el mundo, en todos los países, en todas partes. Reiteró el caso brasileño, que a su criterio, fue la primera vez que los políticos llegaron a ser procesados por la justicia. Agregó que la lucha contra la corrupción debe ser continua, se debe perseverar, porque los conflictos sociales son las consecuencias; cuanto más se roba, y la gente no ve un combate, se agravan los problemas sociales. “El Papa está insistiendo en un mayor combate a la corrupción, que es un robo del dinero público”, remarcó.
Participación de la mujer
Al término de la disertación del cardenal Hummes, el padre José Valpuesta preguntó si en el pontificado del Francisco, la mujer tendría más protagonismo, y su respuesta fue que el Papa ya habló sobre ese tema y cree que se deben dar pasos hacia adelante, no hacia atrás ni mucho menos detenerse. Agregó que se está preguntando cómo se puede avanzar hacia esa mayor participación.
Hummes también se refirió a la misión de los diáconos permanentes (casados), e indicó que en las periferias, el sacerdote no puede abarcar todo y se debería ver la posibilidad de ordenar más diáconos casados para que estén en esas comunidades, porque se vive como ovejas sin pastor.
