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Bajo el título “Conmebol denuncia campaña de demandas laborales injustificadas para despojar al fútbol sudamericano”, el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Alejandro Domínguez Wilson-Smith, en un comunicado, se refiere a una serie de demandas laborales radicadas en la justicia paraguaya contra la Confederación y que “harían parte de una campaña coordinada por personajes de la vieja guardia que durante décadas se lucraron del fútbol”.
Sin embargo, una vez más, el comunicado de Domínguez está cargado de incoherencias que hacen dudar sobre los reales intereses del titular de la Conmebol.
“He venido denunciando que aun hay personajes aferradas a las viejas y oscuras prácticas; entre ellos, empresas que no cumplen sus contratos, como Global Sports del señor -Francisco- Casal, empresa a la cual Conmebol ha demandado por incumplimiento de contrato por la suma de 10 millones de dólares más intereses ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS)”, dice Domínguez en su discurso.
La primera y más grosera incoherencia de Domínguez es cuando dice que viene denunciando a personajes aferrados a las viejas y oscuras prácticas, sin embargo, sigue trabajando con todas y cada una de las empresas acusadas en el mayor escándalo de corrupción en la historia del fútbol, conocido como FIFAGate.
En efecto, la Conmebol de Domínguez mantiene contratos vigentes con FULL PLAY (Hugo y Mariano Jinkis, imputados), FOX International Channel (matriz de T&T desde donde Carlos Martínez, hoy presidente de FOX LA, y Alejandro Burzaco pagaron millones de dólares en sobornos), Datisa (de Alejandro Burzaco, José Hawilla y los Jinkis, todos imputados).
En definitiva, Alejandro Domínguez se preocupa más de una empresa que supuestamente incumplió un contrato de US$ 10 millones (por Global Sports), pero no hace nada en contra de las empresas que por décadas perjudicaron al fútbol sudamericano por cientos de millones de dólares y, peor aun, mantiene vigentes todos sus contratos.
Según la justicia norteamericana, que sigue el caso FIFAGate, solo en sobornos estas empresas pagaron más de US$ 130 millones, monto que debía ser destinado al “desarrollo del fútbol” que tanto pregona el señor Domínguez.
Además de esto, la Conmebol, en consecuencia las federaciones miembros, y por ende los clubes del todo el continente, fueron perjudicados por contratos subvalorados en varios cientos de millones de dólares por estas mismas empresas que hoy día siguen campantemente en la Confederación de la mano de su presidente.
Nada que ver
“Y es muy extraño que, en paralelo, un personaje de la vieja guardia de Nicolás Leoz, que se llama Ismael Antonio Pintos, demande a la Conmebol aproximadamente por 10,5 millones de dólares, aduciendo que él fue quien trajo el contrato de Global Sports a la Confederación en los tiempos de Leoz”, dice también el discurso de Domínguez, buscando relacionar con un supuesto complot los US$ 10 millones que le reclama la Conmebol a Global Sports (de Casal) con los US$ 10,5 millones que el periodista Antonio Pintos le ganó en Primera Instancia a la Conmebol.
Comisión de Ética
“También hay otro personaje de la vieja guardia de Leoz que se llama Darío Goes, con quien mi administración rompió vínculos en enero de 2016 y quien está siendo investigado por la Comisión de Ética por una denuncia formulada por clubes de la Confederación Brasilera de Fútbol (CBF), que alegaron que este señor supuestamente se hizo pasar por representante de Conmebol y emitió documentos contables no válidos cobrando miles de dólares en efectivo a los clubes brasileros por supuestos trámites logísticos relacionados con nuestros torneos continentales. Y ahora, este señor, que quien sabe cuánto tiempo perjudicó al fútbol, demandó a la Confederación ante el juzgado de Luque, envalentonado por el insensato fallo en el caso Pintos”, dijo también Domínguez.
Acá lo incoherente es que, si bien es atendible que el señor Darío Goes esté siendo investigado por la Comisión de Ética, por denuncias de clubes brasileros, por qué razón, motivo o circunstancia no se ha denunciado también en la misma instancia a las referidas empresas (Full Play, T&T/FOX, Datisa) que fueron denunciadas también por clubes uruguayos en una causa que hasta ahora sigue abierta en la justicia uruguaya.
“La vieja guardia quiere seguir sacando el dinero que le corresponde al desarrollo del deporte, pero no lo vamos a permitir. Nuestro deber es proteger los recursos del fútbol sudamericano y ante estas demandas injustificadas, que no son más que extorsiones, haremos uso de todos los recursos legales a nuestra disposición para defendernos”, afirmó Alejandro Domínguez cuando que en realidad es él el que mantiene a la “vieja guardia”.