Fier, más conocido como “doctor Rosinha”, fue hace unos años diputado y parlasuriano brasileño por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT). El político aseguró el fin de semana último al diario Folha de São Paulo que su país puede ser sancionado en el Mercosur igual como lo fue Paraguay en el 2012, como “castigo” por el juicio político del Congreso paraguayo que destituyó al entonces presidente Fernando Lugo, bajo el cargo de mal desempeño de funciones.
Dilma Rousseff tiene una tormenta política, producto de una ola de hechos de corrupción como el caso Petrobras y que pone en jaque su continuidad. En la Cámara de Diputados de Brasil está en estudio un pedido de juicio político para destituirla.
En declaraciones a Folha, Rosinha señala que Brasil podría sufrir la sanción del Mercosur en el caso de que se lleve adelante el proceso parlamentario que culmine con la destitución de Dilma.
“Se está diseñando una ruptura del orden institucional y de la Constitución en Brasil, y eso preocupa a todos los demás países miembros del Mercosur”, afirmó.
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Entre las medidas que pueden ser aplicadas están la suspensión de algunos derechos hasta la exclusión temporaria del país del bloque regional. La cláusula ya fue aplicada en 2012 a Paraguay.
Rosinha dijo que la decisión depende de los jefes de Estado del Mercosur y de la aprobación por consenso. El Protocolo de Ushuaia, firmado en 1998, determina “la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición esencial para la integración entre los Estados y prevé sanciones contra los países donde exista ruptura del orden democrático”.
Trascendió que el Mercosur hizo consultas para la firma de documentos de apoyo a Rousseff. El Paraguay ya anunció que no apoyará.