De esa manera el conocido dirigente sindical del gremio bancario durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) también rechaza las apreciaciones del senador colorado Mario Abdo Benítez, quien el domingo último en una reunión política reivindicó la dictadura stronista y afirmó que antes de 1989 había democracia con un partido Colorado fuerte.
Báez Mosqueira fue consultado al respecto. Dijo que si bien una persona no es responsable de los actos de sus progenitores (el senador Mario Abdo Benítez fue hijo del secretario privado del dictador Stroessner), para él seguramente era democracia ese sistema imperante en esa época, porque vivía bien.
Sin embargo, recalcó que en el stronismo los trabajadores no tenían libertad de organización ni de expresión y sus derechos eran pisoteados y conculcados por el régimen de Stroessner.
En la actualidad continúa el stronismo
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“Ese régimen que ellos representan en estos momentos con el presidente Horacio Cartes, es una continuación. Es el stronismo sin militares. Esto es así porque los trabajadores siguen sin poder organizarse. Tenemos gente que tienen que crucificarse para hacer conocer su derecho a organizarse libremente”, manifestó.
Sostuvo que el partido político al cual pertenece el senador Mario Abdo Benítez, actual presidente del Congreso Nacional, “no ha superado o no ha logrado superar el stronismo mental, el autoritarismo y no tiene planes de cambiar los privilegios para unas pocas personas”.
El sindicalista recalcó que el stronismo no fue democracia, pero que en la actualidad, con el gobierno de Horacio Cartes, “tampoco vivimos en democracia”.
Graficó que el hecho de que en la actualidad en nuestro país se dé que el 82 por ciento de los trabajadores pertenecen al sector informal de la economía significa que a 82 de cada 100 trabajadores no le dejan que goce de los derechos humanos a los cuales toda persona digna puede aspirar.
Báez Mosqueira, quien se desempeña en la actualidad como secretario general de la Confederación Sindical de las Américas, criticó el triste desempeño del ministro del Trabajo, Guillermo Sosa. Expone al país a graves sanciones internacionales, concluyó el sindicalista.