En la Agrupación Especializada, unidad policial que funciona como cárcel, todo, o casi todo, está restringido. Desde la recorrida por las celdas hasta la entrada de familiares. A pesar de los controles, nos contaron que los permisos tienen precios. Ejemplo, pasar la noche con un interno cuesta desde 100.000 guaraníes.
El acceso a la información en la Agrupación Especializada, unidad policial que alberga a unos 150 presos, no es nada fácil. Primero, porque no se sabe bajo la administración de qué institución está la cárcel, ya que no es función de la Policía Nacional hospedar a procesados o sentenciados.
Como unidad policial es autónoma y está bajo la jurisdicción de la comandancia, no se puede pedir permiso al Ministerio de Justicia y Trabajo para observar en qué situación están los presos. Así que cuando algún organismo de derechos humanos o la prensa quiere saber cómo funciona esta cárcel, debe someterse a las condiciones impuestas por los responsables de la unidad policial.
Sin embargo, el rígido control parece debilitarse en algunas horas, sobre todo cuando los pedidos de permiso tienen el sello del Banco Central del Paraguay.
Por ejemplo nos cuentan que desde la fuga de algunos de los huéspedes, el acceso de los familiares fue mucho más restringido. Las filas que se forman los sábados y domingos tienen varios metros. No obstante, se sabe que algunos internos reciben visitas de fin de semana, por 24 ó 48 horas. El precio para este permiso va desde G. 100.000 o más, de acuerdo a la cara del cliente.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Esta cárcel tampoco se escapa al ingreso de bebidas alcohólicas y quién sabe de estupefacientes. Uno de los internos admite que en su pabellón los fines de semana se sucedían las fiestas "pero hace un año terminó eso", nos dijo mirando al jefe de la unidad (Crio. Ferreira) que nos acompañó por todas partes. Esto nos indica que esta unidad policial y carcelaria no es muy diferente a las demás que visitamos, donde todo se puede conseguir por dinero.
Lo que sí tiene de especial esta Agrupación es el miedo que se respira en cada rincón. Por lo tanto, el código del silencio está mucho más vigente que en cualquier penitenciaría y su castigo, deducimos, debe ser mucho más rígido.
Fotos: Fernando Romero