Gildo Insfrán, casi treinta años como “único líder”

Nacido en Laguna Blanca hace 62 años, es descendiente de paraguayos y su padre fue un excombatiente de la Guerra del Chaco del Ñeembucú.

De profesión veterinario, su dilatada carrera política dentro del justicialismo ha cobrado protagonismo desde la década de los 80. Antes de convertirse en el gobernador de la provincia limítrofe, fue diputado y vicegobernador de Vicente Joga durante 8 años. Lleva 4 períodos al frente del gobierno provincial (14 años), con lo que está a punto de alcanzar 3 décadas en el poder, lo que constituye todo un récord en la política argentina. Muy cercano a Carlos Menem, supo acomodarse a los cambios, logrando la simpatía de Rodríguez Saa y Eduardo Duhalde cuando estos se instalaron en la presidencia.

Su habilidad para vincularse a los poderosos pudo demostrarse nuevamente con los Kirchner, siendo uno de los principales referentes de la Presidenta argentina en el nordeste. Gildo Insfrán se consolida en el poder absoluto en Formosa, tras lograr en 1999 la reforma de la Constitución provincial, imponiendo al igual que Stroessner la reelección indefinida.

Sus críticos lo vinculan al escándalo del apresamiento de un miembro del Superior Tribunal de Justicia, para evitar un fallo en contra de sus aspiraciones continuistas. Igualmente se le cuestiona la condecoración al coronel Luis Tadeo Betoli, jefe del Destacamento de Inteligencia de Resistencia (Chaco) durante el gobierno militar, condenado a 25 años por delitos de lesa humanidad. En los últimos tiempos mantiene una tensa relación con el pueblo indígena Qom, que derivó en una violenta represión en la que murieron dos personas, un aborigen y un policía formoseño.

Gildo Insfrán reina en una de las provincias más pobres de la Argentina, con altos niveles de mortalidad infantil y materna, salarios bajos y mínimo desarrollo del sector privado. Contradictoriamente, los ingresos de los parlamentarios de Formosa están entre los más altos de la Argentina.