Luis Rojas deja Senad sin explicar atroz error que mató a una niña

Cleto Luis Alberto Rojas Ramírez dejó ayer el cargo de ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), luego de que el presidente Horacio Cartes aceptara su renuncia. La reunión en Mburuvichá Roga se produjo ocho horas después de que muriera en el Hospital del Trauma la niña de tres años baleada en la cabeza en un operativo ejecutado el sábado de tarde por nueve agentes especiales, que actuaron con una injustificable violencia contra una familia, en un cañaveral de Nueva Italia. Rojas se fue sin explicar el atroz error, mientras toda la ciudadanía clama por justicia y castigo ejemplar.

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El fallecimiento de la niña Vivian Romina Paredes Zanotti Cavazzoni, de tres años, fue confirmado ayer a las 08:45, en Asunción, aunque ya tenía muerte cerebral desde el domingo último.

La criatura acusó un balazo en la cabeza, el sábado de tarde, mientras se paseaba con sus abuelos y un tío por un cañaveral que pertenece a la azucarera La Felsina, de la familia Zanotti Cavazzoni.

Los momentos de terror para la familia se iniciaron cuando dos camionetas negras, sin chapa ni distintivos, interceptaron la camioneta blanca y con logotipo de la firma azucarera, que manejaba el abuelo de la pequeña, Ulrico Zanotti.

Los agentes especiales que participaron del acribillamiento del vehículo de la familia fueron el propio director de Operaciones de la Senad, Luis Ángel Servián Rotela (51); el jefe de la Unidad de Reducción del Microtráfico, Virgilio Amado Chávez Ortellado (33), y los demás agentes especiales Miguel Antonio Chaparro Abdala (44), Ignacio Alcides Sosa Pineda (42), José del Rosario Sánchez López (31) y Emilio José Vall Sánchez (30).

La nómina se completa con Cristhian Osmar Morán Galeano (24), Nicolás Fernando Cáceres Oviedo (22) y José Domingo López Orrego (21).

Alegan que casi fueron atropellados

Los nueve agentes especiales fueron imputados por homicidio doloso, por la fiscala Mirta Rivas, y hoy tendrán que comparecer ante el juez de J. Augusto Saldívar, Leonardo Ledesma.

Filemón Meza, abogado de Chaparro y Morán, intentó argumentar que los antidrogas se identificaron, pero igual la camioneta de la familia extrañamente retrocedió para darse a la fuga. Incluso, mencionó que sus clientes “por poco fueron arrollados haciendo su trabajo”, reportó la corresponsal Antonia Delvalle.

Admite un grave error

El fiscal antidrogas Carlos Alberto Alcaraz y su asistente Jorge López, quienes acompañaron la operación, declararon ayer ante la fiscala Mirta Rivas, en Villeta.

Alcaraz admitió que hubo un grave error en el procedimiento y reveló que manejaban el dato de que en el lugar había un camión repleto de marihuana, consignó el corresponsal Higinio Ruiz Díaz.

Según dijo el fiscal, al menos cinco agentes especiales fueron los que llegaron a disparar contra la familia.

La renuncia

Luego de confirmarse el fallecimiento de la pequeña, el hasta entonces ministro de la Senad, Luis Rojas, se reunió con Horacio Cartes, en Mburuvicha Róga, y este último aceptó la renuncia. Sin embargo, salió sin poder explicar qué sucedió, aunque pidió que se aclare el suceso.

Entre otras cosas, Rojas dijo que asumía “el peso de la tragedia como responsable político” de la Senad y señaló que lo sucedido fue algo “inexplicable”, un acto “con una violencia extrema, injustificable, que el Estado no puede permitir”.

Expresó que iba en paz, sobre todo porque la familia Zanotti Cavazzoni le recibió y le manifestó su confianza.

Sobre su sucesor, todavía no hay informes oficiales.

Otro insólito episodio se vivió también a la tarde en la Morgue Judicial, cuando los nueve sospechosos fueron llevados al lugar por orden del juez Ledesma.

Como el padre y los demás familiares seguían esperando la entrega del cuerpo, casi hubo un incidente, pero los policías que acompañaban abortaron la pelea.

En Guarambaré

Anoche, poco antes de las 20:30, llegó a Guarambaré el féretro de la pequeña Vivian para ser velada por espacio de una hora en la casa de sus abuelos maternos, donde vivía con sus padres.

A la llegada del cortejo, acompañado por patrulleras del 911, una multitud se agolpó a ambos lados de la calle para despedirla.

En la casa, los rostros de los familiares solo reflejaban la tremenda impotencia, angustia, el dolor ante esta tragedia que marca sus vidas. La gente se agolpó para despedir, aunque sea por unos segundos, a su ángel. “Vivian es de todos”, se oyó decir.

Desde las 18:00 la gente se había congregado en la plaza Emiliano R. Fernández, frente a la Iglesia y la Municipalidad, para exigir justicia y el esclarecimiento del hecho. La convocatoria se hizo en forma espontánea por redes sociales y la emisora local, Radio Sur. Con candiles encendidos y carteles exigieron justicia y pidieron que una tragedia similar nunca más se repita.

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