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Los buscados fueron identificados como Édgar Giménez Duarte y Ramón Fariña Figueredo, que, según investigadores, son distribuidores de drogas en esta frontera.
Estos dos sujetos habrían intentado comercializar drogas frente a la discoteca que pertenece al ahora fallecido durante las fiestas bailables que se hacían en el local.
Luego de descubrir esto, Vázquez González habría ordenado, tras discutir con ambos, que los dos sujetos fueran expulsados del lugar, motivo por el que los proveedores de drogas lo habían marcado a muerte.
El pasado miércoles, a las 19:00, dos sujetos llegaron frente al local de la discoteca de Vázquez González, momento en que este llegaba al lugar en un vehículo acompañado de uno de sus hijos. Uno de los sicarios, según testigos, primero le pasó la mano a Vázquez González y, tras una breve conversación, le disparó varios tiros con un revólver calibre 38.
Esta situación indicaría que el sicario conocía a la víctima. Sin embargo, personas cercanas a Vázquez González indicaron que no necesariamente se conocían, ya que Vázquez González era muy popular y hablaba sin ningún problemas con cualquier persona.
Allanan vivienda y hallan laboratorio
Desde las primeras horas de ayer se realizaron varios allanamientos en busca de la detención de los dos sujetos apuntados como los autores del homicidio.
En una de las viviendas allanadas ubicada en el barrio Virgen de Caacupé fue encontrado todo un laboratorio, donde los traficantes mezclaban la droga para darle más volumen. No encontraron a ninguna persona; sin embargo, fueron hallados tres kilos de pasta base de cocaína, balanza de precisión, espátula y otros elementos utilizados para la mezcla.
En otro allanamiento, en una vivienda del barrio Gral. Díaz, hallaron dos pistolas 9 mm marca Glock y un revólver cal 38, además de un rifle. Igualmente, encontraron e incautaron dos motocicletas en otra residencia del citado barrio y un casco de motociclista de color similar al que usaron los sicarios el día del crimen.
Serían miembros del PCC
Las tres viviendas allanadas ayer, viernes, habrían sido utilizadas por miembros del temido grupo Primer Comando da Capital, más conocida por sus siglas PCC.
Los dos distribuidores de drogas serían integrantes de este grupo, que es conocido por su extrema violencia.