El Dr. Coronel visitó por tres días Paraguay, para luego retomar su gira por algunos países sudamericanos. Ofreció una charla organizada por la Fundación Libertad y el Cato Institute de EE.UU. sobre la corrupción en su país.

-¿Cómo está Venezuela con Hugo Chávez?

-Mal, muy mal. En los últimos nueve años, el presidente trascendió de las fronteras de su país, en un intento de convertirse en líder global, con una coalición.

- ¿A qué se debe esa popularidad?

-Está basada en dos factores; se comunica muy bien con el hombre común, del pueblo. Pero básicamente lo que lo sustenta en su gobierno es la gran masa de dinero que supo distribuir, tanto en el país, como fuera de él. En estos años recibió más de US$ 300.000 millones, provenientes de la venta de petróleo.

-Sin embargo, ¿aumentó la deuda?

-Sí, triplicó la deuda venezolana, asumió con 22 mil millones y ahora tenemos 70 mil millones de dólares. El dinero lo utilizó en los programas sociales; comida gratis, educación gratuita, pasajes bajos, entre otros. Estableciendo una política benefactora.

-¿Eso ayuda al desarrollo?

-No. Lejos de resolver el problema de la pobreza, lo está acentuando. Porque cuando uno le da dinero al pueblo, resuelve sus urgencias solo en el día, pero no el problema estructural de la miseria.

-¿Qué otras falencias observa en su Gobierno?

-Una gran ineficiencia administrativa, combinada con los más altos niveles de corrupción en Venezuela; que hoy es uno de los más corruptos de América.

-¿Hay transparencia?

-No hay transparencia ni rendición de cuentas por parte del régimen. Chávez no tiene controles de ningún tipo ni contrapesos institucionales, por eso el dinero se despilfarra de una manera gigantesca. A Cuba, le da US$ 2.000 millones al año.

- ¿Sirvió la nacionalización de empresas privadas?

-Ninguna nacionalización sirve de mucho. Cuando pasan a manos de un Estado y, peor aún, corrupto, no sirve de nada. PDVSA es ahora la caja chica de Hugo Chávez, pero ahora está perdiendo un millón de barriles diarios de producción.

-Por otro lado, ¿se respetan las libertades públicas e individuales?

-Hay una lista que está corriendo ahora, donde están todos los venezolanos que votaron en contra del Gobierno, y están sujetos a represalias. Ellos no pueden gestionar rápidamente sus pasaportes y tampoco acceder a los beneficios estatales, como becas, pasan a ser ciudadanos de segunda clase. Yo lo llamo Apartheid político, una verdadera antítesis de la democracia.

-¿Cómo ve a la libertad de expresión después de la clausura de RCTV?

-Se puede decir que hay una relativa libertad de expresión, porque, primero, las críticas que se hacen al gobierno, no son directamente contestadas. Pero Chávez busca la forma de eliminar esa crítica, como pasó con Radio Caracas. Ahora, Globovisión es amenazada con un cierre. Por ello, está lejos de consolidarse como estado democrático.

-¿Qué opina del proyecto de la nueva Constitución?

-Es antidemocrática. Chávez podrá ser reelegido indefinidamente, es contrario a los principios republicanos. Se está tratando de imponer sin discusión alguna.

-¿Se puede dar un eventual levantamiento social?

-Como el 2002, sí. Se puede concluir que el gobierno de Chávez es una dictadura y la gente ya comienza a protestar por ello. No está tan sólido en el poder, tiene muchos problemas financieros. El ejemplo más reciente es el derrocamiento de un monumento al Che Guevara, inaugurado en los Andes venezolanos, en total desacuerdo con el Ejecutivo.

LUGO: PELOS DE PUNTA

-¿Cree que el candidato Fernando Lugo ‘comulgue’ con el “socialismo del siglo XXI” de Chávez?

-Sé que Lugo halaga este sistema. Pero sería un error gravísimo que un candidato siga esa ideología. Me puso los pelos de punta cuando leí sobre su charla en el Ecuador, diciendo que es una solución. Es muy preocupante.

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