Construir una relación amorosa sólida y que perdure en el tiempo no es tarea sencilla. Se trata de un trabajo de a dos que, con los objetivos claros y la ayuda adecuada, permite a ambos individuos disfrutar de un vínculo fuerte y positivo, sostenible en el tiempo.
Si bien el concepto sigue siendo el mismo, las formas fueron mutando y hoy los puntos de unión y desunión se presentan bajo otras maneras. Los matrimonios que superan medio siglo o celebran sus bodas de diamante generan admiración y es todo un acontecimiento familiar y social –aunque no podamos organizar un gran festejo–. Podrían dictar cátedras y darnos su receta.
Sin embargo, es importante aclarar que no todo le sirve a todo el mundo, según los expertos. Las uniones vinculares tienen elementos que escapan a reglas universales y que son muy singulares. Para algunos el punto de unión es el afecto, la comprensión o el cariño, para otros es más importante hacer actividades juntos, poder compartir gustos en común, etc. Cada pareja debe preguntarse cuáles son estos puntos de unión.
Dificultades bajo otro disfraz
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Con el uso y abuso de las redes sociales hoy se escuchan problemas de susceptibilidades por comentar o reaccionar con un emoji a una foto de alguien, por no contestar pronto un mensaje, etc. Ante esto, el psicólogo Fabio Franco, especializado en terapia narrativa, explica que los celos y la desconfianza siempre existieron, pero hoy migran de formato gracias a la tecnología; en definitiva, es el mismo problema. “Hoy se revisa el teléfono, antes se revisaba la cartera”, comenta.
Desde una perspectiva histórica, siempre existieron desafíos que afrontar en una pareja, y estos tienen que ver con patrones culturales e individuales. En el fondo, lo que se quiere es controlar el cuerpo de la otra persona, comenta. Y los avances en tecnología permiten hoy que algunos hasta recurran a sistemas de rastreo. La noción del “amor romántico” aún está bastante instalada en la sociedad y esta apunta a la idea de la media naranja, que sugiere que la persona está incompleta, lo cual puede resultar muy dañino. “Uno piensa que no está completo sin la otra persona”, recalca.
Se debe apuntar a que la relación sea un ámbito de autonomía, libertad, respeto y responsabilidad afectiva. El experto señala que se debe recurrir a terapia de pareja apenas se tenga noción de que las herramientas y acciones que se van tomando no son suficientes para mantener la unión. “A veces se cree que la terapia es para rescatar la pareja, y esto no es necesariamente así. Es para poder conversar sobre lo que pasa y saber si todavía, frente a lo que sucede, a lo que se quiere, al proyecto de vida de cada persona, se elige estar juntos”, aclara.
Comenta que, generalmente, la pareja acude a terapia en un estado muy deteriorado, por lo que es ideal prevenir, y darse cada tanto un espacio para pensar con otro este vínculo.
Uniones de hecho
Hoy día, muchos novios no se apuran por llegar al altar. En demasiados casos se ha normalizado la convivencia antes del matrimonio. Ante esto, María José Moreno Paredes, psicóloga clínica especialista en terapia cognitiva conductual, afirma que siempre deben existir condiciones para que la relación pueda llegar a buen puerto, o a un matrimonio, ya que hoy en día los divorcios por falta de compatibilidad y compromiso hacen que fracase la convivencia. Como no existe una formalidad jurídica de la unión, muchas veces se tiende a la falta de un acuerdo formal con la pareja, como si no existiesen obligaciones; en ocasiones, solo se convive por comodidad, pero lo fundamental es la existencia del amor para cohabitar.
La experta recalca la importancia de la terapia, en la que el especialista se centra en un análisis detallado de los conflictos cotidianos que pueden llevar a la ruptura de la relación. El objetivo es conseguir una intervención eficaz y plantear la superación de los problemas aumentando el intercambio de conductas positivas y mejorando la comunicación y la resolución de problemas.
Cuando una relación de pareja ya no es sostenible se dan rupturas e, incluso, son bastante más comunes los divorcios, y con ellos también siempre resurgen esperanzas de volver a formar una pareja. ¿Qué se debe tener en cuenta cuando se busca una nueva oportunidad en el amor?
La clave es que el “afectado” o “afectada” comprenda y descubra por qué no prosperó su primer vínculo de pareja; saber reconocer los motivos que lo llevaron a decidir no continuar, explica María José Moreno Paredes. Primero se deben identificar dichos aspectos, trabajar sobre ellos y poner en práctica ejercicios para fortalecer herramientas como la confianza, el compartir, trazar propuestas juntos, dice y agrega que “tener una segunda oportunidad” da la posibilidad de encontrar una persona con quien participar y planear proyectos que constituyen la esencia del ser humano.
La comida y el amor
Es bastante común ver que una pareja aumenta de peso en simultáneo, sobre todo cuando empieza el noviazgo. Ya en el cortejo se suelen visitar bares y restaurantes y, para compartir una charla, se ingiere una gran cantidad de calorías extras.
“Muchas veces culpamos al otro del aumento de peso, pero en realidad las decisiones las toma uno mismo. Nosotros nos tenemos que hacer cargo de lo que consumimos, cuánto comemos y, sobre todo, por qué estamos comiendo”, dice Mirena Torcida Fustagno, especialista en sobrepeso y obesidad por la Universidad Favaloro, Argentina, y especialista en patologías digestivas. Sugiere preguntarse por qué se está comiendo de más, si es por aburrimiento, por enojo o por estrés.
Cuando la subida de peso se vuelve un problema, la experta recomienda en primer lugar hablar del tema, expresar el deseo de hacer algo por revertir la situación y solicitar apoyo de la pareja para lograrlo. Evitar tentaciones y encontrar una contención es fundamental.
En segundo lugar dice que la planificación del menú es crucial. Cuando uno programa lo que va a consumir en la semana (incluidas las salidas) evita ingerir alimentos fuera de casa o comidas más calóricas, o bien aquellas en las que no se tiene en cuenta la cantidad ni calidad de ingredientes que se utilizan.
Algo no menos importante es el ambiente seguro, comenta. Esto se refiere a cuando en casa no hay alimentos tentadores o listos para “picotear”. Si uno quiere salir a comer, lo ideal sería no ir con tanta hambre y sí hacer elecciones inteligentes, suprimir la panera en la mesa para evitar masticar algo antes de las comidas, y el resto del día comer lo más saludable posible. Es importante también hacer actividad física diaria, y si es en pareja aún mejor. El régimen alimenticio debe ser personalizado, pero sin descuidar cómo se come en la casa, la rutina, horarios, actividades extras, el trabajo, etc. “El plan tiene que estar pensado y hecho para que el paciente no se sienta aislado de su pareja o familia”, comenta, y agrega que este debería estar integrado al menú de la casa; como una forma de perdurar con el tratamiento.
Papel de la ruptura en el peso
Luego de una separación algunos aumentan y otros bajan drásticamente de peso, ¿por qué sucede esto? La experta Mirena Torcida Fustagno señala que el sistema nervioso responde de manera diferente para ciertas personas, dando lugar a que se cierre el apetito frente al sentimiento de tristeza en algunos casos, mientras que en otros se da exactamente al revés. “Son maneras distintas de manifestar este afecto. Lo cierto es que se está hablando mucho sobre el segundo cerebro, que sería nuestro aparato digestivo. Y como mencionamos anteriormente, las personas suelen comer para callar un sentimiento, que en el caso de la ruptura es la tristeza”.
Un paso hacia la recuperación se suele dar con el cuidado de la alimentación y la práctica de actividad física, que ayudan en la autoconfianza y devuelven las ganas de seguir adelante.
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Fabio Franco
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Mirena Torcida Fustagno
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