La canasta mecánica

NOS ILUMINÓ LA BELLEZA.- En estos días, gracias a Nadia Ferreira, pudimos disfrutar del aspecto femenino de la hermosura que unifica en lugar de dividir, que divulga ideales de amistad y no de guerra, que propone una épica femenina de vida, equilibrio y colaboración.

La canasta mecánica
La canasta mecánicaArchivo, ABC Color

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Belleza+Alegría=Nadia, quien con gran encanto y carismático fulgor, representó a nuestro país en el concurso de Miss Universo 2021, que se llevó a cabo en Israel. Plena de gracia y glamour conquistó nuestros corazones y se convirtió en la favorita de muchas personas y celebridades de todo el planeta, victoriosa hasta las instancias finales.

Un inspirado Christian Kent escribió: “Donde sea que miro veo a Nadia con las manos en la cintura y una sonrisa indeleble como el sol”.

La atracción espontánea que ella produce, aunque sea inconsciente, es la atracción hacia lo universal. Es que el sendero de la belleza puede ser un recorrido sensible, místico, como una vía de iniciación que favorece el proceso de la apertura de la consciencia, que permite a la belleza pasar de ser una percepción en el mundo material a la dimensión intangible de lo espiritual.

Tal vez por eso el poeta Kent ve a Nadia “… montada sobre el león del escudo o empuñando el gorro frigio luciendo un vestido con retazos de patria/ más hermosa que las hiperbóreas y las sarracenas/ que las geishas y las esquimales/ Ella es el guyra campana y el arpa misteriosa/ la tupasy y el don de lágrimas/ en su infinita dentadura abreva la esperanza/ la boca del mundo pronunciará nuestro nombre/ y estaremos a salvo del olvido”

Dice Platón que se tiene que “pasar de una forma bella al amor por todas las formas bellas y por la belleza física en general. Después del amor por los cuerpos bellos, al amor por las almas bellas, por las bellas acciones y los buenos pensamientos. Durante esta ascensión a través de la belleza íntegra se llega a una belleza eterna, maravillosa, incorrupta, absoluta”

Rabindranath Tagore experimenta el mismo recorrido de la belleza material a la del alma: “Una mañana estaba en el portal de casa… estaba amaneciendo y el sol aparecía entre las ramas de los árboles. De pronto, mientras veía este espectáculo, tuve la impresión de que se me caía un velo de los ojos y el mundo se llenaba de un maravilloso esplendor con belleza y alegría que emanaba de todas partes. Este esplendor penetró en un instante a través de los cúmulos de tristeza y depresión que oprimían mi corazón, inundándolo de luz universal”

En el camino de la belleza es necesario liberarse de los cánones estéticos tradicionales, culturales y convencionales, para permitir que se desarrolle en nuestro interior la capacidad de vibrar al reconocerla. Como un relámpago galáctico, como un flash cósmico, la belleza de Nadia nos trajo su alegría y, de súbito, volvió luminoso nuestro cotidiano existir.

carlafabri@abc.com.py

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