Exmodelo, de la camada de Valeria Mazza y Dolores Barreiro, la moda siempre estuvo ligada a Sol Acuña desde pequeña. “Mi mamá me inculcó el gusto por la moda. Toda su ropa siempre la guardó. Entonces, nos disfrazábamos con ellas de chiquitas, con sus zapatos, con todo. Como que muchas cosas las tomé de ella. Mi gran inspiración fue mi mamá”, comenta.
Hace 18 años, junto con Francisco de Narváez y Josefina Elguera, crearon Rapsodia, la marca de ropa que viste a las mujeres con un toque original. “Empezamos haciendo lo que nos daba ilusión. En ese momento se usaba todo medio gris, blanco y negro. Nosotros decidimos darle un poco de color a Buenos Aires. Como siempre me agradó la música, tenía esa inspiración de los músicos: cómo se vestían los Beatles, los Rolling Stones, Jimmy Hendrix. Todos tenían como un toque asiático u oriental. Además, siempre me gustaron la seda y las cosas de la India. Entonces, un buen día partimos a la India a buscar inspiración y telas, y empezamos a desarrollar el producto ahí. Medio que orientalizamos la moda y la trajimos para acá”, relata.
Es así que sus diseños están impregnados con algo de bohemia, étnico, rocanrolero, un poco de poesía, romanticismo y femineidad. “Las cosas no son en vano cuando uno tiene mucha pasión. Para nosotros, para ir a trabajar, es encontrarnos y crear; es un programón. Tenemos un grupo de trabajo fascinante, compañeros de trabajo con los que hemos crecido. Es un grupo consolidado, que sabe interpretarnos y al que damos lugar para que opine. Somos profesionales que nos acompañamos, escuchamos para crear cosas lindas y vestir a la mujer para que quede bella”, refiere acerca de su trabajo.
Casada y con dos hijos, Sol encontró en Asunción una clientela a la que le gusta el lujo. “Le encanta estar impecable. Me gusta esa mujer. Siento que es un poco diferente a la de la Argentina. La argentina es coqueta, pero, a veces es coqueta y se hace la que no. Acá lo expresan en su forma de vestir, con sus tacos, la peluquería, el maquillaje”, sonríe y agrega: “Son un encanto de amorosas”.
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En sus creaciones, los bordados siempre son importantes. “Nos inspiran los bordados asiáticos y los marajás. Nos volvemos locas con todos los bordados. Desde México hasta Bolivia, en cualquier lugar donde la gente hace bordado. Me parece que es un arte maravilloso. Es un don. Nos encanta relucirlo”, acota.
En sus diseños, Sol mantiene el estilo roquero. “Me gustan las prendas que te hablan de rock. Me las imagino en un recital, para un artista. El rock bohemio es como mi motor, lo que me inspira: los jeans, las botas, los sacos bordados, algunos collares, el pañuelo, los sombreros, algún suéter que tenga flecos cositas de cuero. El cuero es bien roquero”, valora.
En cuanto a tendencia, Sol cree que la moda irá innovándose en la textura y con todo lo que tiene que ver con el algodón. “Van a ser más livianos, con más caídas, las lanas también. Me imagino que siempre hay una mirada al pasado. Por lo menos es lo que nosotros tenemos. Esa cosa más futurista la veo un poquito más dura, más helada. Hay cosas que me divierten. Las líneas son más net, rectas y geométricas. Siento que hay una mirada al pasado y una innovación en los tejidos o los botones. En ese tipo de cosas, también en la forma de bordar, los accesorios que le ponés a la ropa. Estamos progresando en eso, en la innovación. Siempre hay una mirada al pasado, a la nostalgia que me gusta. O, por lo menos, nosotros miramos eso”, opina.
Su marca pasa por un buen momento de expansión al firmar con L Catterton. “Ellos son los que nos van a dar el puntapié para posicionarnos en diferentes lugares de Latinoamérica y llegar a otros mercados. Ellos tienen muchísimo conocimiento. Es un progreso para la marca, la gente que trabaja y un desafío para todos”, reflexiona.
Las posibilidades con esta alianza son muchas, pero la idea es mantener siempre la exclusividad y el toque de Rapsodia. “Tener un mix que la hace una marca de lujo accesible, diría yo, porque también cuando es tan exclusivo es mucho más caro y yo quiero llegar a más gente. No quiero llegar a la punta de la pirámide. Me gusta llegar un poquito más abajo. Ahí, en el mix de producto y precio que hay, sacos más caros, sacos de menor precio, de modo a que todas las personas que entran a Rapsodia se pueden llevar algo. No tenés que ser millonaria para tener algo de la marca. Hay algo para vos, porque tiene un precio especial y está diseñado de manera especial, y siempre tiene algo especial para ofrecer”, señala.
Fotos: ABC Color/Heber Carballo.