Se trata de cultivar flores y plantas ornamentales en la finca del pequeño productor o el hogar, sea adentro o afuera (patio o espacio disponible), en contacto con las plantas, que son vida y naturaleza, a las que se aprende a valorar y respetar. Aparte, es posible vender estas plantas, con lo que se genera un ingreso extra para la familia, una manera positiva de ocupar a los jóvenes del hogar o finca en una actividad sana y rentable, a más de tener efectos terapéuticos en personas de edad.
BENEFICIOS AMBIENTALES
Las plantas de jardín, árboles, arbustos y vegetación verde, incluso las plantas medicinales y aromáticas que se tengan, transforman la energía de la luz solar en energía química necesaria para su alimentación gracias al proceso de la fotosíntesis. Durante este proceso, las plantas absorben anhídrido carbónico (C02) atmosférico y liberan oxígeno (O2) a la atmósfera, que hace posible que el hombre y otros seres vivos puedan respirar y vivir. De este modo, el hombre consume el oxígeno que liberan las plantas de día y libera el CO2 a la atmósfera. Este es uno de los principales gases de efecto invernadero, causante del calentamiento global. Entonces, si se cortan los árboles y plantas que están en los jardines, veredas, plazas y otras áreas urbanas, se eliminan a grandes “capturadores” y almacenadores del CO2. Se ha comprobado que también las plantas y árboles de jardín ayudan a filtrar varios de los contaminantes que arrastra el agua de lluvia y las emisiones tóxicas de los vehículos, camiones y colectivos; además de aquellas que provienen de las quemas de basuras, fábricas y otros.
RECOMENDACIONES
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Para que el jardín sea más ecológico, aquí se enumeran algunas recomendaciones:
Como abono natural para el suelo, se puede utilizar un compost obtenido con las hojas que caen, más los restos verdes de la poda, ramitas tiernas y el césped segado, con lo cual se contribuye a mejorar la fertilidad natural del suelo y disminuir la cantidad de residuos que se producen en el hogar. El riego moderado conviene practicarlo en las primeras horas de la mañana o bien, a la tardecita. Además, se ahorra en este recurso vital. En caso de aparición de plagas, conviene hacer uso de preparados naturales a base de ajo, cebolla, paraíso o bien, cultivar plantas aromáticas, como ruda, romero, tomillo, lavanda. Para controlar las hormigas, se puede mezclar azúcar con levadura en partes iguales y colocar en el camino de las hormigas. El carbón molido y la ceniza colocados alrededor de las plantas actúan como repelentes; lo mismo si se tienen plantas de menta o ruda que ahuyentan hormigas, pulgones y mariposas. Combinar plantas de altura con otras bajas y rotarlas. Remover la tierra de las macetas y planteras con cuidado y periódicamente.
CONCLUSIÓN
El cultivo de flores y plantas ornamentales de jardín con este enfoque, además de ser potencialmente rentable con una baja inversión inicial, fomenta hábitos y actitudes que contribuyen a la conservación y protección del ambiente.
(*) Especialista en Comunicación Rural.